Alabado sea
Jesucristo…
Cuentan que había dos niños que patinaban sobre una
laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación,
cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua. El otro
niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y
empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a
su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había
sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es
imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan
pequeñas"!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo: "Yo sé
cómo lo hizo".
"¿Cómo...?" Le preguntaron al anciano y él
contestó:
"No había nadie a su alrededor para decirle que no
podía hacerlo".
¡Dios les bendiga! y recuerden: Quien lucha… vence…!!!
¡Buenos días!
Secretos en reunión
“Urbanidad y
buenos modales abren puertas principales”, dice un refrán español. La
convivencia humana se hace más fácil y agradable si, además de la sinceridad y
sencillez del trato, procuramos no molestar con modales o expresiones que
hieren la sensibilidad de los demás. Un talante afable, sereno, respetuoso es
bien recibido por todos.
Dos familias amigas estaban comiendo en un
restaurante, cuando una niñita de unos seis años se levantó para decir algo al
oído de su madre. El papá, un poco disgustado, le dijo a la niña: —Hija, ten siempre
presente que secretos en reunión, son de mala educación. Enseguida, ella
respondió muy decididamente: —Pero, papá, secretos en la infancia, no tienen importancia. Muy
sorprendido el padre le preguntó:—¿Quién te enseñó eso? —Nadie. Sólo es defensa
personal.
Los santos han
visto en la cortesía como el perfume y la crema de la caridad. La presentan
como un efecto del verdadero amor por los demás. Resulta a veces que ciertas
expresiones ordinarias, ciertos modos descomedidos ofenden tanto como injurias.
Que el respeto al prójimo sea tu norma.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte
y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a
tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El
Señor dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo
los consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea
Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el
vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes , que pidan al
Señor Jesuscristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el
mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de guante blanco y reine
la Paz, así cómo el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea.
Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López