Alabado sea
Jesucristo…
La duda puede tener también sus aspectos positivos. Dudar
puede significar que no ponemos nuestra confianza en cosas superficiales, que somos
peregrinos siempre en búsqueda. Dudar puede significar que nuestra fe no se
basa sólo en lo que nos han transmitido, sino que, además de ser don de Dios,
es también conquista nuestra, que pide nuestro "sí" personal, en
medio de la ventolera de ideas que haya a nuestro alrededor, que pueden hacer
tambalear nuestras seguridades en un momento determinado.
Podemos
aprender de la duda de Tomás a despojamos de
falsos apoyos, a estar un poco menos seguros de nosotros mismos y
aceptar la
purificación que suponen los momentos de inseguridad. Y en todo momento
ponernos en oración para que nuestro amigo Jesús nos acompañe y nos
ilumine en los momentos de duda o vacilación.
¡Buenos días!
Acéptate a ti mismo
Por un sabio plan
divino las personas somos distintas, tenemos diversas capacidades, diferentes
inclinaciones y gustos. Es una realidad y tienes que aceptarla sin dejarte
alcanzar ni por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha
tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus
capacidades y carencias.
Padre mío, en tus manos me pongo, con lo poco
que soy, feliz de ser como soy. Si alguna vez sentí tristeza y vergüenza de mi
persona, te pido perdón por haberme avergonzado de la obra de tus manos. Te doy
gracias por haberme hecho capaz de pensar que pienso, portador de un aliento
divino e inmortal. Dame la gracia de perdonar-amar esta extraña personalidad.
En tu voluntad perdono-amo tantas cosas muy mías que hasta ahora no me
gustaban. En tus manos me pongo con lo poco que soy, feliz de ser como soy,
amigo de mí mismo. Hágase tu voluntad. (Ignacio Larrañaga).
Recuerda que los
demás te necesitan tal como eres. No conviene que te pongas una máscara o
representes una comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo
especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy
una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo tú
también.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López