Toda mi piel buscando el aroma de tu cuerpo,
sintiendo dentro mío; tu agitación.
Tiemblo, me estremezco.
Te recibo con olor a miel,
como si fuera la primera vez.
Mi pecho latiendo junto al tuyo,
mi boca mordiendo tu boca
en un loco desenfreno.
Tus manos tocando enardecido,
me hacen desfallecer.
Me dejo habitar como paloma sin nido.
Te tomo y te hago mío,
como playa a su mar,
como noche para el delirio.
Si esto no es real,
no quiero despertar.