Quien pudiera beberte desde abajo
y aprender de tu voz nuevo alfabeto
y que cortes mi verso con un tajo
mientras viajas desnudo en mi soneto.
Quien pudiera ser alfa y ser omega
del fervor de tu piel indescriptible
y dejarse vencer en la refriega
mientras muere en el beso ineludible.
Ser la línea que transgredió el deseo
la corpórea estación de tu agonía
una pira que arder bajo tu fuego
y una tibia gruta para tu hombría.
Quien pudiera ser mano y acariciar tu pecho
y suspirar mirando tu cuerpo eternamente
mientras llega la noche con su quietud al lecho
y me pierdo en tus labios desesperadamente...