La lucha del hombre
Sabe el hombre…lo que sabe,
con angustia lucha en esta vida
casi ausente de todo, estudia,
trabaja, y en su lucha incesante
arranca pedazos de su alma herida,
que transcurre tras su ser indebidamente,
como queriendo sacar de su alma
un trozo de dolor,
¡¡¡ agónico dolor !!!
que resuma sentimiento…
de la pena que lleva dentro.
Herido, gozoso y además orgulloso,
de ser hombre y vestirse por los pies,
de ser y de tener en su alma
la limpieza pura de la raza,
que desde el tiempo y ancestralmente
¡¡¡ le lleva a la lucha !!!,
a la lucha incesante de buscar bajo las piedras,
algo para sobrevivir,
y así en su disputa cotidiana,
lleva la talega llena y la desdicha en el alma…
que se le antoja errante.
En este mundo ruin donde la miel es amarga,
donde las penas se desparraman al alba,
va haciendo caminos de piedras duras,
que se nos clavan en el alma.
Con el dolor de la vida,
la vida que nos va haciendo demorarnos,
en nuestros mas oscuros pensamientos,
que distraídos tras leves sonrisas,
nos van dejando atónitos y llenos de angustias,
y en ese ir y venir de sentimientos
se nos va antojando, un implacable desvelo nocturno,
que hace que vivamos fantasías echas deseos,
para purificar nuestras mentes
y hacernos sentir vivos,
y en ese vivir loco endemoniadamente atractivo,
descubrimos lo que somos ¡seres ruines!.
Inciertamente nos damos en una sinceridad
que en absoluto es sincera,
y vamos aplastando nuestro propio yo,
con una losa implacable que nos aplasta,
en un sentir ingenuo y puro,
haciéndonos locos miserables de nuestro ser,
que en perturbado abatar nos acompaña,
en ese triste amanecer
cuando al alba abrimos los ojos
y empezamos a no ser nosotros mismos.
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