La limonada proporciona un ligero alivio para los cálculos renales
Según un artículo publicado el 25 de julio de 2006 en Mymedcenter.com, una nueva investigación señala que el consumo de limonada podría ayudar a prevenir el dolor de los cálculos renales.
Según las conclusiones de dos estudios presentados el martes en le encuentro anual de la American Urological Association celebrado en Atlanta, el consumo regular de esta bebida refrescante o incluso el jugo de limón mezclado con agua puede incrementar la producción de citrato urinario, una sustancia química de la orina que previene la formación de los cristales que podrían formar los cálculos renales.
Los cálculos renales se producen cuando los minerales de la orina se cristalizan y se acumulan en el interior del riñón. En la mayoría de las personas, la orina contiene una sustancia química que previene la acumulación de cristales, pero en las personas propensas a la formación de cálculos renales esta sustancia no funciona. Cuando el cuerpo intenta eliminar los depósitos cristalizados a través de los finos tubos del tracto urinario, la persona puede sentir dolor y quemazón.
En el estudio dirigido por Kristina Penniston, una científica ayudante del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, los investigadores examinaron de forma retrospectiva los registros médicos de 100 pacientes a los que se les había prescrito una terapia de limonada como tratamiento para los cálculos renales de oxalato de calcio (los más comunes).
“Habíamos recomendado una terapia de limonada durante unos 10 años, pero en los últimos cinco o seis años, observamos que las personas que seguían la terapia de limonada presentaban una concentraciones extremadamente elevadas de citrato urinario", afirma Penniston. "Sabíamos que se estaban viendo resultados en la bioquímica de la orina, y [la terapia de limonada] estaba siendo tolerada bastante bien”.
Según Penniston, alrededor de dos tercios de los pacientes bebieron unos 115 gr. de zumo de limón puro vertidos en 2,5 litros de bebidas a lo largo del día o 907 gr. de limonada preparada baja en azúcar o en calorías. El resto de los pacientes del estudio recibieron un tratamiento consistente en una combinación de terapia de limonada y citrato de potasio, una medicación que mantiene el nivel de antiácido en la orina.
Tras un tratamiento de unos 40 meses, "en ambos grupos, aumentaron tanto el citrato urinario como el volumen de orina, pero el incremento en el volumen de orina solo fue significativo en los grupos con la terapia de limonada", afirmó Penniston. Para los pacientes propensos a los cálculos renales, el consumo de grandes cantidades de fluidos y el incremento en el volumen de orina puede ayudar a prevenir una futura formación de cálculos.
En el otro estudio presentado en la conferencia, realizado por investigadores de la Universidad de Duke, 12 pacientes con hipocitraturia suave a moderada (una enfermedad que hace que la persona produzca bajos niveles de citrato urinario) bebieron a lo largo del día 120ml. de zumo de limón mezclado con dos litros de agua.
Tras comparar a los pacientes tratados con la terapia de limonada con los que tomaron citrato de potasio, los resultados mostraron que 11 de los 12 pacientes habían experimentado un incremento de los niveles de citrato urinario durante la terapia de limonada.
Además, en las personas que siguieron la terapia de limonada se redujo tanto el número de cálculos como su tamaño durante el curso del tratamiento, que duró una media de 41 meses.
La conclusión de los autores de ambos estudios es que, aunque los resultados de ambos estudios indican que la terapia de limonada puede ofrecer un tratamiento alternativo sencillo para las personas con cálculos renales que no toleran el citrato de potasio, es necesario realizar más investigaciones al respecto.
Según un artículo publicado el 25 de julio de 2006 en Mymedcenter.com, una nueva investigación señala que el consumo de limonada podría ayudar a prevenir el dolor de los cálculos renales.
Según las conclusiones de dos estudios presentados el martes en le encuentro anual de la American Urological Association celebrado en Atlanta, el consumo regular de esta bebida refrescante o incluso el jugo de limón mezclado con agua puede incrementar la producción de citrato urinario, una sustancia química de la orina que previene la formación de los cristales que podrían formar los cálculos renales.
Los cálculos renales se producen cuando los minerales de la orina se cristalizan y se acumulan en el interior del riñón. En la mayoría de las personas, la orina contiene una sustancia química que previene la acumulación de cristales, pero en las personas propensas a la formación de cálculos renales esta sustancia no funciona. Cuando el cuerpo intenta eliminar los depósitos cristalizados a través de los finos tubos del tracto urinario, la persona puede sentir dolor y quemazón.
En el estudio dirigido por Kristina Penniston, una científica ayudante del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, los investigadores examinaron de forma retrospectiva los registros médicos de 100 pacientes a los que se les había prescrito una terapia de limonada como tratamiento para los cálculos renales de oxalato de calcio (los más comunes).
“Habíamos recomendado una terapia de limonada durante unos 10 años, pero en los últimos cinco o seis años, observamos que las personas que seguían la terapia de limonada presentaban una concentraciones extremadamente elevadas de citrato urinario", afirma Penniston. "Sabíamos que se estaban viendo resultados en la bioquímica de la orina, y [la terapia de limonada] estaba siendo tolerada bastante bien”.
Según Penniston, alrededor de dos tercios de los pacientes bebieron unos 115 gr. de zumo de limón puro vertidos en 2,5 litros de bebidas a lo largo del día o 907 gr. de limonada preparada baja en azúcar o en calorías. El resto de los pacientes del estudio recibieron un tratamiento consistente en una combinación de terapia de limonada y citrato de potasio, una medicación que mantiene el nivel de antiácido en la orina.
Tras un tratamiento de unos 40 meses, "en ambos grupos, aumentaron tanto el citrato urinario como el volumen de orina, pero el incremento en el volumen de orina solo fue significativo en los grupos con la terapia de limonada", afirmó Penniston. Para los pacientes propensos a los cálculos renales, el consumo de grandes cantidades de fluidos y el incremento en el volumen de orina puede ayudar a prevenir una futura formación de cálculos.
En el otro estudio presentado en la conferencia, realizado por investigadores de la Universidad de Duke, 12 pacientes con hipocitraturia suave a moderada (una enfermedad que hace que la persona produzca bajos niveles de citrato urinario) bebieron a lo largo del día 120ml. de zumo de limón mezclado con dos litros de agua.
Tras comparar a los pacientes tratados con la terapia de limonada con los que tomaron citrato de potasio, los resultados mostraron que 11 de los 12 pacientes habían experimentado un incremento de los niveles de citrato urinario durante la terapia de limonada.
Además, en las personas que siguieron la terapia de limonada se redujo tanto el número de cálculos como su tamaño durante el curso del tratamiento, que duró una media de 41 meses.
La conclusión de los autores de ambos estudios es que, aunque los resultados de ambos estudios indican que la terapia de limonada puede ofrecer un tratamiento alternativo sencillo para las personas con cálculos renales que no toleran el citrato de potasio, es necesario realizar más investigaciones al respecto.