Alabado sea
Jesucristo…
Ser conscientes de nuestra celosía, nuestros juicios y
nuestro miedo es un paso positivo hacia la aceptación. Cuando nos aceptamos
como somos, ya no necesitamos luchar para cambiarnos. El momento en el que
somos conscientes de que somos demasiado críticos con nosotros mismos y
aceptamos nuestras semillas negativas, nos lleva a un progreso. Las personas
que no son conscientes de sus energías negativas tendrán dificultades para
progresar.
Aun así, luchar para incrementar nuestra compasión no
significa que de repente sólo haya elementos positivos en nuestro interior. Si
esto ocurre, no será necesaria la práctica. Es precisamente porque tenemos
semillas de energías negativas en nuestro interior por lo que continuamos la
práctica. La práctica es fácil: simplemente, sea consciente de las energías
negativas, y cultivando esta consciencia, dará pasos firmes en el camino. No es
necesario el conflicto.
No deberíamos juzgarnos, ni juzgar a los demás. Sólo
necesitamos practicar la aceptación y así progresar sin lucha. El proceso de
transformación y sanación requiere prácticas continuadas. Producimos basura
cada día, y por este motivo necesitamos practicar continuamente para cuidarnos
de nuestra basura y convertirla en flores.
¡Buenos días!
Orar con la Biblia
Hay un modo de
orar con la Biblia que se llama “responsorial”. Son frases breves pero
selectas, casi siempre de los salmos. Esta oración se llama así porque a la
frase enunciada por el solista, el coro responde (responsum) con la misma u
otra distinta. Te ofrezco hoy un ejemplo para que lo repitas a lo largo del
día: es denso y bello. Es muy fácil memorizarlo.
V. Por la mañana, sácianos de tu misericordia,
Señor.
R. Por la mañana, sácianos de tu
misericordia, Señor.
V. Y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
R. Sácianos de tu misericordia, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Por la mañana, sácianos de tu
misericordia, Señor.
La repetición de
la idea principal: “la misericordia y ternura de Dios”, es un elemento que
ayuda a una oración muy simple, impulsándonos a tener sed y hambre (¡sácianos!)
del bien infinito, anhelo del corazón. Si bien los responsorios han sido
elaborados para la oración comunitaria, son excelentes para una oración
personal, sólida y rica.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí
sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor
dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los
consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo.
Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos
los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el
amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López