MIRADA TRISTE
Señora hermosa de mirada triste,
fiel compañera en todas mis andanzas,
esposa mía, dulce, enamorada,
la portadora de estas añoranzas.
Ensueños fueron los que hoy son razones,
los compañeros de mis días de encanto,
hoy han cambiado y me dieron la dicha
de tus ternuras, y tu amor callado.
En los momentos de entrega tú emanas,
la fiel fragancia que el amor reboza,
y un laberinto nace en el momento
donde no hay tiempos, solo la piel canta.
Aria infinita a la mixtura grata,
de amor, ternura, amistad y fuego,
dulce aventura de vivir la vida,
como si fuera el más amable juego.
Señora hermosa de mirada triste
cierra tus ojos al momento ajeno,
ya más no pienses en el tiempo viejo,
que hoy señora, tu y yo, somos el momento.
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