PERDONA
Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación
más grande que el perdón; no hay nada como vivir
sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por
lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el
resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea),
que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
FACUNDO CABRAL