De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede
empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los
hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan,
a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan
desde la mañana, a los que quieren
dirigir tu vida por el camino perdido.
FACUNDO CABRAL