INTERROGACIONES
Quién se aparta cada vez más del ruido y de las voces,
espera ver reaparecer una presencia detrás de los pliegues del olvido para realizar el milagro del amor.
Quién camina las noches las sigilosas madrugadas errando con las estrellas.
Quién ha confundido la vida con las inextricables marañas de los libros durante tantos años,
se sienta en la orilla de un río, pone su mirada en la corriente y siempre es el momento de partir.
Quién callará su palabra, cuando perciba la sordera del mundo, subirá las escaleras de su buhardilla para encontrar el silencio del humo, mientras innumerables poetas de todos los tiempos aguardan en los anaqueles el rescate de una noche, para vengar con dolor y goce sus vidas.
Quién abrirá las ventanas de su cuerpo a las estrellas y a cada nuevo sol, que ofrece cada día una prueba, suscribirá un manifiesto contra el hambre o un gobierno, y aceptará que los demás lo enrolen en la demencia.
¿Quién es capaz de descubrir la vida en un poema?
¿Quién estará tan atento para arribar a Whitman, Pound, Milosz? y descubrir en ellos, un hermano, un espejo de uno mismo.
Quién aceptará la nostalgia en la memoria del presidio, se hará abstracción, signo, oscuro visitante del alcohol, desapercibido espectador de todo lo circundante, y a la vez visor de lo ínfimo no visto, que lleva a cuestas su universo.
Quién no distinguirá la vigilia del ensueño, más que nosotros, nuevos, primigenios, eternos lobos esteparios.
II
Qué sinfonía reconocerán las sombras, qué colores percibirán los ojos cuando todo llegue a ser reflejo, se diluya la ilusión del mundo nos enfrentemos a los propios rostros.
Qué vano límite marcarán las fronteras, qué desolado paisaje presentarán los papeles sin letras, si hasta ahora hemos transitado sólo ruido de palabras sin sentido.
Qué nueva experiencia será la noche, qué color distinto dará la señal, qué estrella comenzará a brillar en este páramo, para guiarnos en los caminos de la muerte.
GUILERMO IBAÑEZ
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