¿Qué se puede decir sobre un sentimiento que es la esencia pura del amor?
Seguramente muy poco, y esto es en verdad muy simple: no es fácil hablar sobre las cosas que están en lo más profundo del alma
¿Cómo expresar aquello que sentimos que nos eleva, que nos honra, que nos hace más humanos, más dignos de vivir la vida con el incomparable gesto del abrazo, de la sonrisa que, al mostrarse en unos labios, nos está diciendo: te comprendo?
¿De qué manera decirle a nuestra propia alma que la queremos, que deseamos compartir con ella alegrías, tristezas, palabras y silencios? Tal vez exista una forma, sólo una: llamar a nuestros amigos y sin estridencias susurrarles un “te quiero”…
O quizás haya una más perfecta todavía…Mirarles a los ojos e invitarles en silencio a contemplar juntos las estrellas…
Seguramente que al hacerlo, veremos algunas sonrisas y miradas que creíamos perdidas gracias a ese continuo ostracismo que nos impone la vida día a día…
A/D