VALENTINA
Tu mirada al vacío, pero explica mucho más; tu silueta al caminar, ese andar tan felino, una pierna, la otra; eres a quien tanto he soñado últimamente. Invades mis pensamientos, y el escuchar el sonido de ese par de tacones, me hace imaginarte como lo he visto en mis sueños. Sentir tu piel tocando la mía, respirando de ella, saciando mi sed de ti con besos y no dejándote escapar de mis brazos. Te sueño que vienes a mi habitación, me tocas el rostro, y es cuando el aroma de ti despierta e inunda mis sentidos. Con sólo verte caminar, mientras tu mirada va hacia el infinito, momento excitante. Mirarte fumar, como haces tus labios al hacerlo, tu boca es tan sensual en cada movimiento que despiertas en mí, el deseo de poseerte al instante, amarte de tantas formas que ni en sueños pueda existir. Respiro de ti, y pienso en lo hermoso de tu cuerpo, cada forma, pliegue y sensación del mismo. Quiero estar a tu lado, sintiéndote y que me sientas amarte tanto. Tu voz no es un sonido cualquiera, es la melodía perfecta que hace que mi cuerpo se estremezca. Hasta el acto de nombrarme para una acción burda, me hace sentir dentro de tu cuerpo. Ahora, me despierto y me miro al espejo, sudando, un tanto tembloroso. Te he soñado varias noches, y en cada una de ellas somos amantes nocturnos; de día somos compañeros de vida, pero al caer el sol despertamos el calor de nuestros cuerpos, juntos. Estallamos cada vez de manera diferente, nos divertimos jugando al sexo, haciendo castillos de placer en cada acto amatorio y nos confesamos con caricias los más grandes secretos; tatuamos en nuestros ojos las formas de nuestros rostros al besarnos, al tocarnos, y derramándonos uno al otro. Te deseo mucho, no puedo quitar la vista de tu cuerpo cuando caminas; cuando te sientas y sonríes; siento que quiero quitarte las ropas, abrirme paso entre tu ser, ser quien esté amándote al menos por una noche, un instante en que pueda calmar este deseo que ha nacido por estar contigo. Cada día, te observo secar tu cabellera al salir del baño, puedo apreciar el perfume de tu piel limpia, tan pura como las plumas de un ave jamás vista. Es cuando pienso en los sueños en donde me has visitado, y hemos hecho el sexo, y hemos tenido amor. No debe ser normal soñarte de esa manera pero tu presencia cerca levanta mis pasiones sobre ti. Miras callada la ventana, es suficiente para excitarme de ti; recorrer tu piel con mi piel y saborearte entera, sin condiciones. Te sueño despierto, nos besamos sin usar los labios; sólo placer y placer, y ya. No hay palabras, hay caricias, muchas. Nos fusionamos Y nos separamos para ser quienes somos; sueño con que me sueñes de la misma forma, así, en sueños estaremos consientes de este deseo, culminarlo en pensamientos y continuarlo con la carne. Mirarte comer, beber; ¡eres sensual! Mil formas y de ninguna; eres sensual para mis ojos, para mi boca, mi piel y mi cuerpo. Cada fibra, partícula de mí te ha imaginado desnuda, te sienten cerca de mí… Pero ahora, sólo me conformo con soñarte. Haces una vida, y no te das cuenta de lo que haces, hacemos en sueños. Hoy, sólo soñare contigo, Valentina. Porque entre tanto y tanto, te deseo, pero no ahora, no mañana; te deseo en el momento indicado.
Luis Antonio González Silva
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