Tu boca sedienta devora, mi boca en un beso carnal, caricias sensuales me entregas, el fuego empieza a quemar. No solo tú eres mi hombre, te fundes también en mi piel, cierro mis ojos y cedo, a los goces de todo tu ser. Dominas muy suave los cerros, del delirio y del placer, te digo en susurros soy tuya, tómame, amor, tómame… Me gusta que me veas desnuda, embriagarte del olor de mi piel, que beses mis pechos erguidos, que enloquezcas por mi otra vez.