Logro el grado más alto en hermosura y a los hombres de mundo mi ser pasma. Nadie espacio más grande vio que el mío, por igual en Oriente y Occidente, ni rey, cristiano o árabe, tuvo antes una fuente que a mí se pareciera. Soy como órbita de agua que a los hombres manifiesta reluce y no se oculta; mar muy grande, cerrado por riberas de bellísimo mármol escogido. Mi agua es perlas fundidas, que por hielo ves correr (tenlo a grande maravilla), y, por diáfana el agua, a través suyo, ni un instante de ti desaparezco. Se diría que yo y el agua pura que contengo y por mí se desparrama masa somos de hielo, que una parte se fundió, y otra parte no se funde. Cuando flotan burbujas, me imaginas una esfera en que salen muchos astros, y, cual concha de nácar por de fuera, junto dentro ese aljófar de burbujas.