Mientras escribo con luna ausente
Me pregunto por los desolados de la vida
y que duerme bajo las estrellas,
por el que engaña al frío entre diarios y alcohol,
por la que en la esquina subasta sus virtudes,
por el que ya no puede más con su conciencia,
por el enfermo que escucha los pasos de la muerte,
por la mujer que llora el desamor,
por la que gime en el orgasmo,
por la que es marchita flor y duerme en un asilo.
No hay tristeza más araña venenosa
Que una infancia negada por la vida.
Y entre piojos y cucarachas invisibles
Se le encoje el alma y solloza el corazón
Cuando sus ojos de niños, miran
Preguntando porqués que no tienen respuesta definida,
Salvo la del hambre que levanta su bandera
En estómagos vacíos y esperanzas deshilachadas.
La poesía aquí está descalza y tiene hambre…
Las metáforas ojala fueran trigo
Y la lírica amasara pan,
Las rimas florecieran como lechugas,
Las cacofonías fueran tallarines,
Y la prosa cosechara tomates o porotos,
Para llenar con esperanza cada plato vacío
que hay en la mesa de los desolados de la vida.
En la ventana de mi casa que da hacia la noche
Se me juntan las nostalgias…
Y en mi corazón…el hambre
por dar más amor al prójimo de mi esperanza.