COLIBRÍ
¿Qué busca un colibrí en la oficina, equívoco lugar para las mieles, insurrección de sol entre papeles en páramos que el sueño no ilumina?
Su vuelo de esmeralda desatina, no encuentra flamboyanes ni claveles, tan solo hay escritorios y anaqueles y una esperanza inerme en cada esquina.
La hora que señala es oportuna, su insólita presencia es parpadeo de dones que promete la fortuna.
Es augurio, su espléndido aleteo, de amores que se evocan con la luna y del feraz embate del deseo.
Miguegarza
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