Perdón
Al perdonar me libero para vivir plenamente.
Si durante el curso del día acumulo resentimientos, esto es similar a recoger rocas y ponerlas en mis bolsillos. Si recolecto las rocas y las guardo día a día y mes a mes, siento cómo su peso aumenta. Cuando rehúso dejar ir el resentimiento, el dolor y la rabia que llevo conmigo éstos llegan a agobiarme.
Perdonar significa ver más allá del comportamiento. Al no condenar las acciones hirientes, acepto que cada persona hace lo mejor que puede en el momento dado. La verdad es que todos somos hijos de Dios y nada puede cambiar o disminuir ese hecho.
Al dejar de creer que puedo perder mi bien o mi poder, dejo ir la negatividad que me abruma y perdono. Estoy listo para vivir plena y gozosamente.
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien.—Marcos 11:25
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