Adivinación
(heb. generalmente qesem [del verbo qsam, "practicar la adivinación"]; ár. qasam, "cortar [partir]"; gr. púthon, "pitón" [en Hch. 16:16, pnéuma púthçna, "espíritu de adivinación", es, literalmente, "espíritu de pitón"; en la mitología griega, Pitón era la serpiente que cuidaba del Oráculo de Delfos y que fue muerta por el dios Apolo]). Término general que describe falsos sistemas para pretender conocer el pensamiento divino y obtener ayuda sobrenatural (ya sea información sobre el futuro o conducción para los problemas presentes). Antiguas formas de adivinación (egipcia, caldea, griega, romana) son las siguientes (véase una enciclopedia para las definiciones): alectriomancia, aleuromancia, anemoscopia, antropomancia, arritmomancia, aruspicismo, astragalomancia, astrología, axinomancia, brecomancia, cibomancia, cledomancia, cledonismancia, cleromancia, coscinomancia, cresmología, cristalomancia, critomancia, dactiliomancia, enomancia, extispicio, geomancia, hidromancia, iatromancia, ictiomancia, lecanomancia, libanomancia, litobolia, metoposcopia, morfoscopia, necromancia, nefelomancia, nigromancia, omoplatoscopia, onicomancia, oniromancia, ooscopia, ornitomancia, ornitoscopia, pálmica, piromancia, ptarmoscopia, quiromancia, rapsodomancia, teratoscopia, tiromancia, etc. En Dt. 18:10, 11 se da a entender que están estrictamente prohibidos todos los tipos de adivinación. En Ez. 21:21 se mencionan 3 formas de adivinación: 1. Mediante flechas, saetas o palos (rabdomancia). 2. Por consulta a terafines.* 3. Por observación del hígado (hepatoscopía) o de otras entrañas de un animal sacrificado. Probablemente la expresión "encina de los adivinos" (Jue. 9:37; heb. 'êlôn me{ônenîm) se usó originalmente para designar algún antiguo árbol específico, en cierto modo relacionado con la necromancia o la adivinación.En el NT la forma "adivinación" se encuentra en Hch. 16:16 como traducción del gr. mantéuomai, "adivinar [practicar la adivinación]". Este término aparece en forma recurrente en la LXX para describir la obra de un profeta mentiroso (Dt. 18:10; 1 S. 28:8; Ez. 13:6), y en este sentido se debe entender Hch. 16:16. Es significativa la cuidadosa omisión de mantéuomai y el uso frecuente de prof'téuo, "profetizar", para describir la obra de los representantes de Dios. Adivino. Alguien que pretende tener el don especial de determinar acertadamente el destino y predecir el futuro de personas y naciones; el que practica la adivinación (1 S. 6:2; Is. 44:25; etc.), es decir, quien puede realizar sus cómputos, predicciones y pronósticos recurriendo a diversas artes ocultas. En el AT "adivino" deriva de los verbos: 1. Aram. gezar, "decidir" o "determinar" el destino (Dn. 2:27; 4:7; 5:7, 11); y de ahí "astrólogos" (ls. 2:6; Mi. 5:12). 2. Heb. {nan, "hacer aparecer [surgir] espíritus", "practicar la adivinación" (Dt. 18:10, 14). 3. Heb. qsam, "practicar la adivinación" (Jos. 13:22). El Dt. condena específicamente 7 clases de adivinos, aparte del propiamente dicho: agoreros, aríolos, 22 encantadores, hechiceros, lustradores, pitones/pitonisas, sortílegos.
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