Docente argentino
Maestras, maestros,
profesores de mi Patria:
sientan latir en las venas
como el primer día el corazón
que lleno de orgullo y vocación
elige día a día la docencia.
Orgullo porque Dios nos bendijo
con trabajar en lo que amamos.
Orgullo porque hacemos Patria,
cuando a niños y a jóvenes educamos…
Orgullo porque a pesar de todo,
al aula retornamos
y con la fuerza de un titán
contra molinos de viento luchamos.
Docente de las pampas de mi Patria:
El que a dedo viaja arriesgando tanto…
El que a lomo de mula llega a su escuelita
para izar la enseña de nuestra Argentina,
El que va en lancha recogiendo alumnos
y con amor de padres hacen desayunos,
Limpian esas aulas cargadas de historias…
Docentes que ayudan en tantas historias…
Los que secan lágrimas, abrazando a niños,
Los que compran tizas, lápices y libros…
Los que cruzan campos, montañas y ríos…
Docente de alma. Docente argentino…
Robas de tu sueño horas de trabajo
y a tu familia, domingos y sábados…
Preparando clases, proyectos, planillas,
láminas, dibujos, con una sonrisa…
Sueñas con tus niños y adolescentes
porque sólo tú sabes qué se siente
cuando uno de ellos te toma la mano,
te da una sonrisa, un gracias o llanto…
Te sientes Quijote contra los molinos
luchando a diario, sin tregua,
pensando en tus niños…
¡y qué alegría si han aprendido!
¡Y cómo preocupa si sufren tus hijos postizos!...
Trabajas de alma, te desvalorizan.
A pesar de eso, lo dices, lo digo:
Elijo de nuevo una y mil veces
Ser docente, docente argentino.
M. Laura PROCIK