A veces la vida es dura, pero si la sentimos cruel quizás debiéramos mirar nuestro interior. Tenemos sobrada capacidad para ser fuertes, reponernos y decidir ser felices a pesar de todo.
Yo decido ser feliz,
tú también puedes hacerlo.
Piensa que lo único que NADIE te puede quitar es la libertad de tus pensamientos y sentimientos. Te pueden controlar todo, menos tu manera de pensar o de ver las cosas.
Eso es algo que sólo te pertenece a ti.
En ti está el poder elegir como quieres estar.
Es necesario enfrentarse a los miedos, con una realidad que muchas veces no tiene nada de bonito, pero al hacerlo eso nos ayuda a definir cual será la respuesta que demos antes la situación.
Sólo tú sabes cual será la respuesta a todos tus miedos. Pero hay algo que está a tu favor: que TODO depende de ti, tú sabes como resolver la situación, sólo tú.
En la vida se pasa por muchas situaciones de dolor, de buenas y malas experiencias, ausencias de los que amamos y que hoy ya no están a nuestro lado. Muchas son las lágrimas que se derramaron o que aún brotan. Humillaciones y sufrimientos habremos pasado por la vida, pero a pesar de todo lo negro que sea vea el panorama, la DECISIÓN es tuya, puedes cambiar tu entorno y pintarlo con los colores que desees.
Tú decides, la elección es tuya.
Si sólo ves un mundo frío y gris, es porque tú quieres que sea así.
Cambiar depende de ti, nadie puede vivir la vida por ti -tenemos libertad de pensamiento, libertad para hacer o dejar lo que nos viene mal.
Es nuestro tiempo, es nuestro mundo, no vivas una vida que no quieres, DECIDE. No caigas en los errores de aquellas personas que nunca nada cambian, puede que algunas cosas en la vida nunca cambien, pero tú puedes hacerlo, PUEDES SI QUIERES.
Si por alguna razón estás viviendo alguna pena, tristeza o frustración, ¡tú puedes decidir cómo reaccionar ante eso que te ocurre!
Si quieres, hoy mismo puedes sentir celos, ira, hostilidad, miedo, culpa, preocupación, vergüenza o resentimiento. Todo esto lo puedes sentir si así lo decides. O TAMBIÉN puedes sentir tranquilidad, esperanza, fe, amor, alegría y otros tantos sentimientos que te den estabilidad cuando decidas pensar en forma optimista y positiva.
Date cuenta de que lo que te sucede no es lo que te afecta:
es el cómo reaccionas ante esas situaciones.