DOLOR DE AUSENCIA
Fuimos niños pequeños y mimados
por una madre, grande como el
el cielo.
Una mujer que todo nos lo ha dado
con amor, con ternura,
con desvelo.
Madrecita, que aunque ya estás lejos
aún te sentimos bajo el mismo
techo…
El tiempo pasa y nos volvemos viejos,
llevando un gran vacío en
nuestro pecho.
Viviendo en el hogar triste y deshecho,
por nuestra ausente madre
fallecida…
Sintiendo en nuestra alma condolida,
que con su ausencia se nos fué
la vida…
(Oscarj)