Charles Darwin, Paul McCartney, Mahatma Gandhi, Natalie Portman... muchos son los nombres conocidos que renunciaron al consumo de carne. ¿Acertaron al hacerlo?
Comer o no comer carne es una de las disyuntivas más candentes de nuestro tiempo. Los ciudadanos están cada vez más preocupados por cuidar de la salud. A continuación les presentamos las consecuencias que tiene para nuestro cuerpo que nos hagamos vegetarianos, según recoge un artículo del diario español 20 minutos.
Disminución del nivel de colesterol
Los altos niveles de colesterol constituyen una de las causas principales de la aparición de enfermedades cardíacas y de apoplejía, las cuales se cobran millones de vidas cada año en todo el mundo. Las personas que no consumen carne tienen un nivel de colesterol un 35% más bajo que las que sí lo hacen, según un estudio de la revista médica estadounidense 'Forks over knives'. La razón principal estriba en que las verduras contienen poca grasa y mucha fibra.
Reducción de la inflamación crónica
Las hortalizas reducen la inflamación crónica, que puede ser causa de enfermedades como la diabetes y la apoplejía. Gracias al alto nivel de antioxidantes que contienen, las verduras disminuyen la cantidad de proteína C reactiva en el cuerpo. Los médicos vinculan los altos niveles de esta proteína con la aparición de inflamaciones graves en el organismo.
Renovación de su microbioma
Los mil millones de microorganismos que viven en nuestro cuerpos se denominan colectivamente microbioma. Los médicos afirman que son esenciales para el funcionamiento del organismo: fortalecen nuestro sistema inmunológico, ayudan a mantener nuestros tejidos sanos y nos protegen contra el cáncer. El consumo de verduras estimula la producción de microorganismos que mejoran nuestra salud. Por el contrario, los productos que contienen poca fibra y mucha grasa activan la producción de bacterias perjudiciales.
Cambios genéticos
Los científicos están convencidos de que factores ambientales y vinculados al estilo de vida que llevamos pueden activar y desactivar genes. Una investigación ha demostrado que los cambios positivos en el estilo de vida, incluida dietas basadas en verduras, pueden alargar nuestros telómeros (extremos de cromosomas que ayudan a mantener nuestro ADN estable). Ello significa que con el consumo de verduras podemos ayudar a prolongar nuestras vidas, ya que unos telómeros más largos implican un envejecimiento de los tejidos más lento.