LA PIEDRA...
El distraído, tropezó con ella.
El violento,
la usó como proyectil.
El emprendedor,
construyó con ella.
El caminante cansado,
la usó como asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond, hizo poesía con ella.
David mató a Goliat.
Michelángelo extrajo de ella,
la más bella escultura.
Y en todos los casos la diferencia
no estaba en la piedra,
sino en el hombre.
Recuerda...
No existe piedra en tu
camino que no puedas
aprovechar para
tu propio crecimiento.
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