Faro
La noche en torno a mí; duerme la luna,
y, en vela yo, a tu litoral navego.
Sin luz sobre la roca, soy el ciego
confiado a su errática fortuna.
Despierto el mar, en su vaivén me acuna,
arrullo de abandono, de sosiego;
no sé ya si adelanto o me repliego.
Tu luz, mujer, la luz que nos reúna…
¿Tu faro acaso se ha extinguido y duerme?
Mira que vengo extático a ofrecerme,
y arriesgo naufragar en la escollera.
Fije el arco de luz mi derrotero,
que es como abrir la puerta al mensajero
portador de una eterna primavera.
Francisco Alvarez Hidalgo