EL CAMINO DE LA NUBE BLANCA
Una nube blanca existe aunque no tenga raíz. No tiene a donde ir y,
sin embargo, se mueve en muchas direcciones; no sigue un camino propio,
sólo se deja arrastrar por el viento. Un camino lleva a algún lugar,
el camino de las nubes blancas es un camino sin camino,
significa moverse sin un propósito fijo.
Una nube blanca no tiene a donde llegar, no cumple ningún destino,
por lo tanto las nubes blancas no fracasan porque su meta está en cualquier lugar.
Una nube blanca es arrastrada hacia donde el viento la lleve,
no opone resistencia, no lucha. Una nube blanca no es un conquistador y, aún así,
se cierne sobre todo. No puedes conquistarla, no puedes vencerla.
No posee una mente por conquistar, por eso es que no puedes vencerla.
Una vez que te fijas una meta, un propósito, un destino, un objetivo,
una vez que has adquirido la malicia de llegar a algún lugar,
entonces los problemas surgen. Y serás derrotado, eso es seguro.
Tu derrota se encuentra en la esencia misma de la existencia.
Una nube blanca no tiene a donde ir. Se mueve, se mueve a todas partes.
Todas las dimensiones, todas las trayectorias le pertenecen
. Nada es rechazado. Todo es, todo existe en una total aceptación.
Si decidimos convertirnos en nubes blancas que se desplacen en el cielo
a donde el viento las lleve, descubriremos que en cada lugar al que lleguemos
estará la meta, que estará en un solo lugar, "la meta es cada momento"
la meta está aquí y ahora.
De ahí que a mi camino le llame… El camino de las nubes blancas.
OSHO