Corea del Norte debería permitir la inspección de sus instalaciones nucleares y manifestar disposición a abandonar su programa de armas nucleares antes de que Washington acceda a negociaciones con Pionyang, afirmó este lunes el asistente de Seguridad Nacional de EE.UU., Herbert McMaster, durante un discurso en el Instituto para el Estudio de la Guerra, en Washington.
Según McMaster, la administración del presidente estadounidense Donald Trump ha considerado "cuatro o cinco" opciones para resolver la situación en la península coreana. "Algunas son más feas que otras", admitió el asistente del jefe de Estado.
El funcionario también se refirió a declaraciones en las que el líder norcoreano Kim Jong-un calificó las palabras del presidente estadounidense, sobre la posibilidad de una destrucción completa de Corea del Norte, como una declaración de guerra contra Pionyang. "Esperamos poder evitar la guerra, pero no podemos descartar esa posibilidad", aseguró McMaster, quien añadió que nada puede garantizar que las sanciones impuestas a Corea del Norte no provoquen un conflicto bélico.
McMaster consideró inaceptable la propuesta hecha en mayo por Rusia y China para congelar los ejercicios militares de EE.UU. y Corea del Sur para lograr la congelación de los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte. "Congelación para una congelación es algo absolutamente inaceptable", respondió ante una pregunta de los periodistas en ese sentido.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo el 19 de septiembre, en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, que si Washington "es forzado a defenderse y a defender a sus aliados", a EE.UU. no le quedará más alternativa que "destruir totalmente a Corea del Norte". En esa misma alocución, el mandatario estadounidense apodó de "hombre misil" al líder norcoreano, Kim Jong-un, al que advirtió que lleva a cabo "una misión suicida para sí mismo y para su régimen".