En la memoria ya marchita de la existencia
comienza día a día la danza de los recuerdos
que son una mezcla de sinsabores agridulces...
Allá lejos están los sueños, vivencias, alegrías
que cada día recordamos sin prisa ni pausa
para no dejar detalle nostálgico sin revivir...
Cuánto cuesta traer de lejos y hace tiempo
los mejores días que acontecieron y murieron
en la eterna luz del sol que tantas cosas iluminó.
Llegamos calmos y nostálgicos al día presente;
bañados de la calma que nos invade cada día
que llega avisando que son los últimos a vivir...
La calma llega en forma de sueños bañados plenos
de luces y sensaciones de querer marchar pronto
a los brazos del creador a descansar la ¡paz ganada...!
Desconozco el autor