¡Me reconozco!
Me reconozco frágil en el llanto,
sutil y vaporosa entre tus manos de sol,
al invocar soñando las palabras de tu canto,
tus gestos, tu risa, tus letras... ¡tu voz!
Me reconozco dulce, tierna y soñadora,
cuando evoco ilusionada tus pensamientos,
¡en la fragua inspiración que me devora!
¡en el mágico verbo de mis sentimientos!
Me reconozco fiel, en las alas del recuerdo,
extasiada en mis ansias por besarte,
tierno, dulce y soñador en el encuentro,
¡cuando el fuego, de tu amor me regalaste!
Pero no estás a mi lado y reconozco,
que las voces del silencio me atormentan,
en la dermis de mi piel que desconozco,
en los ríos de mi sangre que no intentan,
inmortalizar a la mujer que yo conozco,
en los profundos sueños que le alientan,
¡a seguir siendo Aurora de Luz...y así me sientas!
¡Y de nuevo con tu amor, en magnolia me conviertas!
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