Foto: MARTHA VECINO ULLOA.
Por JESSICA CASTRO BURUNATE y LILIAN KNIGHT ÁLVAREZ
El ambiente de renovación se siente en las casas de altos estudios cubanas. Hoy, como en otros momentos, la Universidad vuelve a ser eco y termómetro, de la transformación de todo un país.
El contexto mundial y el desarrollo económico y social en Cuba demandan de los centros de Educación Superior y de sus estudiantes elevar las exigencias en cuanto al conocimiento y uso de idiomas y nuevas tecnologías, disminuir el tiempo y los recursos invertidos en la preparación de pregrado y ganar en cultura de integración en la enseñanza superior.
Por esos motivos, el III Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación incluye no solo a los niveles de enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria y tecnológica, sino también a las universidades, y en busca de respuestas a algunas interrogantes en torno a ese proceso BOHEMIA dialogó con José Ramón Saborido, ministro de Educación Superior.
-¿Cuáles son las particularidades del Perfeccionamiento en las universidades, los principales objetivos y cambios que derivan de este?
-Desde hace varios años nuestro sistema ha desarrollado y aplicado la llamada planeación estratégica, que define las áreas de trabajo claves y los principales objetivos. Cada universidad adecúa este plan a sus características y metas de desarrollo.
El llamado III Perfeccionamiento del Sistema General de Enseñanza incluye para los estudios superiores cambios estructurales, curriculares, evaluativos y para el ingreso.
La primera de las acciones, el proceso de transformación curricular, contempla todos los programas de pregrado y del sistema de acreditación y planes de posgrado en general, en función de llevarlos al nuevo plan, denominado E.
Durante mucho tiempo los planes se confeccionaron según la demanda de los empleadores, las necesidades del país y del desarrollo científico-técnico, de modo que se fueron sumando materias. El resultado fue una sobrecarga de los currículos de las asignaturas.
El propósito de la integración es socializar las mejores prácticas, recursos humanos y materiales, a fin de elevar la calidad de la enseñanza y la ciencia, aseguró José Ramón Saborido, ministro de Educación Superior. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO).