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General: Rafa Nadal engrandece su leyenda:
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 10/06/2018 23:06

ROLAND GARROS

Rafa Nadal engrandece su leyenda: once Roland Garros

El tenista español derrotó a Dominic Thiem por 6-4, 6-3 y 6-2. Iguala a Margaret Court como único jugador con 11 triunfos en un 'grande'. Es el 17º para el balear.

Monsieur Roland Garros es don Rafael Nadal Parera. Señor de París. Dueño del Bosque de Bolonia. Amo de la tierra batida. Eterno en la Ciudad de la luz que cada primavera se encarga de iluminar más con su dulce y a la vez salvaje rutina. “No voy a entrar en una espiral de no valorar lo que consigo. No es lógico”, dijo antes de su undécima final en Roland Garros. Haría mal, sí. Porque lo que consiguió hoy en París no es normal: undécimo título tras frenar al aspirante Dominic Thiem por 6-4, 6-3 y 6-2 en 2h:42. Fuera del alcance del común de los mortales.

Nadal iguala a Margaret Court, la australiana que alzó once Abiertos de Australia entre 1960 y 1973, como el tenista (masculino o femenino) con más títulos en un torneo del Grand Slam. Es el decimoséptimo para él, que vuelve a presionar al ausente Roger Federer (20) en una competición inacabable que embellece los libros del deporte. Con la victoria, además, el balear sostiene su número uno como hizo en Roma. Debía ganar para seguir en la cima, y lo hizo.

Dominic Thiem, señalado como su heredero, dijo tener “un plan para derrotar a Nadal”. Con 24 años, es octavo del mundo (saldrá séptimo), y se presentaba en la final con el aval de un 6-3 en el cara a cara. Como el único hombre que había derrotado al gigante en la alfombra ocre en los dos últimos años. Los cuartos de final de Roma 2017 y en el reciente Mutua Madrid Open. Pero como dijo el ‘killer’ Mike Tyson, que se ha dejado ver por las pistas estos días, “todo el mundo tiene un plan hasta que le sueltas la primera hostia”.

El plan del austriaco pasaba por hacer lo que ha hecho Roger Federer últimamente para vencer al de Manacor. Sacar a revientacalderas (lo hizo por encima de los 220 km/h), meterse a restar pegado a la línea, golpear con violencia (cerraba hasta los ojos) con su derecha y no dar opción a Nadal para entrar en el cuerpo a cuerpo, en esa larga guerra de trincheras de intercambios que sólo ha perdido en dos ocasiones en París (Djokovic en 2015 y Soderling en 2009). El español, por su parte, comenzó presionando el revés a una mano (como había hecho siempre con el suizo), letal a media altura pero no tanto arriba, para descomponer su ataque.

En la primera manga, se siguió ese patrón. Break para Nadal de inicio, contrabreak y nuevo break para 6-4 que fue un jarro de agua fría para Thiem. Nadal encadenó cinco juegos. Del 4-4 del primer set al 3-0 del segundo y tomó una ventaja que fue fundamental para situarse dos sets arriba. Thiem veía delante la montaña de las cinco mangas si quería tumbar al campeón y revertir el escalafón y la historia.Demasiado alto. Demasiado esfuerzo, aunque lo intentó y jugó un partido muy bueno.

En el tercero, Nadal rompió para 2-1 y de repente llegó el susto. El dedo corazón de su mano izquierda se bloqueó, acalambrado. Se sentó con cara de pánico y un fisio tuvo que tratarle. “¡Se me ha acalambrado, no puedo moverlo!”, gritó hacia su box muy preocupado. En la reanudación, Thiem ganaba su juego con facilidad y la asistencia volvía a pista para darle un antiinflamatorio. El corazón se encogía. Había que sostener el servicio y sufrir. Como había sufrido otras veces. Y lo consiguió, incluso logrando otra rotura para el 6-2 final con suspense, porque necesitó cinco bolas para cerrarlo.

Así, Nadal se dirigió a recoger su undécima Copa de los Mosqueteros (con el diez, un número más redondo, se llevó una reproducción de tamaño real a casa). Una dulce rutina de primavera. Una época en la que el balear acostumbra a parar el tiempo desde que en 2005 comenzó a escribir su historia frente a Mariano Puerta. Como en un natural de Antoñete, unos acordes del ‘Ascensor hacia el cadalso de Miles Davis’ o el tiempo en el Macondo de ‘Gabo’ García Márquez. Tiempo inmóvil y feliz. El tiempo de Nadal en París. No por repetido deja de ser grandioso. Al contrario. Lo demostró echándose a llorar con el trofeo en la mano. Once Roland Garros para un Nadal eterno.



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 10/06/2018 23:24

Rafa Nadal vence a Thiem y conquista su oncena corona en Roland Garros (+ Video)

Por: Rafael Plaza
En este artículo: DeportesRafael NadalTenis
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Rafa Nadal. Foto: @hola/ Twitter.

Rafael Nadal escribe la historia del deporte con la raqueta, pero también con el corazón. Se juega la final de Roland Garros y el español afronta la última parte del partido sabiendo que va a ganar por undécima vez la Copa de los Mosqueteros, que Dominic Thiem no va a interrumpir su reinado en París, que el austríaco debe esperar para levantar algún día el título con el que lleva soñando desde pequeño. Nadal, que durante la tarde tiene que sobrevivir a los momentos más duros del partido jugando con el alma, cuando la primera manga está en un suspiro, se agarra al trofeo con todo lo que tiene dentro y celebra su Grand Slam número 17, riéndose de todos las gestas que ha hecho antes.

Thiem es duro, muy duro, durísimo. El austríaco es el único jugador del mundo con un peso de bola similar al de Nadal, el único que puede alcanzarlo en revoluciones por minuto cuando la pelota sale disparada de las cuerdas de la raqueta, el único de sus rivales con un juego tan marcado sobre tierra batida, una superficie para cabezas duras y cuerpos incansables, sin dudarlo la más exigente del circuito, y el único que le ha ganado al número uno en los dos últimos años sobre arcilla (Roma 2017 y Madrid 2018), proclamándose como la amenaza más peligrosa para el mallorquín en tierra.



 
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