Damasco, diciembre 3.— Una extensa exposición de armas estadounidenses ocupadas por el ejército sirio, en territorio abandonado por terroristas, reveló este lunes la conexión de Washington y las fuerzas empeñadas en derrocar al Gobierno de Bashar al Assad.
Las autoridades incautaron grandes cantidades de armas y municiones en poblados liberados de la región sur, incluidos cohetes TAO fabricados en Estados Unidos, además de 100 000 tiros de ametralladoras y gran cantidad de proyectiles de bazuca y rifles automáticos.
La fracasada injerencia externa emprendida en marzo de 2011, a la sombra de una presunta rebelión inspirada en la llamada «primavera árabe», cedió su lugar –a partir de 2014- a la intervención militar abierta de una coalición internacional supuestamente dirigida contra «terroristas islámicos».
En su más reciente operación, ejecutada en la noche del domingo, según fuentes militares en Damasco, aviones de la Coalición dirigida por EE.UU. atacaron con misiles posiciones militares sirias en el desierto de la provincia de Homs.
La agresión, reporta el parte oficial, ocurrió contra posiciones del Ejército Árabe Sirio en el Monte de Al-Ghurab, al sur de la ciudad de Sukhneh, situada a 80 km al este de Palmira, en el desierto este de la provincia de Homs.
La información de Damasco recibió una curiosa confirmación de parte del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), entidad opositora con sede en Londres, la cual dijo que las fuerzas de la coalición situadas en la región de Al Tanaf dispararon «más de 14 misiles» contra un convoy de las fuerzas del régimen a su paso en el desierto, en el extremo este de la provincia de Homs.
Sin embargo, la llamada «coalición internacional antiyihadista» en Siria, liderada por Estados Unidos, afirmó el lunes haber matado a un alto responsable del grupo Estado Islámico (EI), implicado en la ejecución hace cuatro años del trabajador humanitario estadounidense Peter Kassig y de otros prisioneros occidentales del EI.
El vocero de la fuerza extranjera dijo que Abu al Umarayn fue uno de los objetivos de los bombardeos de la coalición contra yihadistas en la Badiya (desierto) de Siria.
Añadió que estaba acusado de participar en el asesinato de Peter Kassig, secuestrado en Siria y ejecutado por decapitación en noviembre de 2014.
El Gobierno sirio acusó el viernes último ante Naciones Unidas a la Coalición Internacional dirigida por Estados Unidos por el bombardeo de viviendas en la región de Deir Ezzor, que dejó al menos 30 personas muertas.
El Ministerio de Exteriores y Expatriados de Siria envió una carta al secretario general de ONU y al presidente del Consejo de Seguridad para denunciar las «agresiones israelo-norteamericanas» que sufrió el país el jueves con un alto saldo de víctimas.