UN NUEVO OTOÑO
El suave y tibio sol de la mañana
del Otoño una vez más que ya se estrena
perezoso el sol va despertando
saludando con su luz suave y serena.
Entre nubes rojizas, sus colores
se tamizan en múltiple acuarela
yo desde mi ventana lo contemplo
deslumbrada al ver tanta belleza...
Lo miro en silencio, embelesada
respirando el aire que me llega
huele a limpio, a cosecha lejana
de paja seca de trigo y de cebada.
Una neblina transparente y quieta
envuelve el Valle Esgueva, aquí cercano
la vista se recrea y me invita
a acariciarlo suavemente con la mano.
Mi corazón canta agradecido
por ver y contemplar tanta belleza
doy al Señor de corazón las gracias
porque mis ojos un año más vuelven a verla