Las aeronaves militares llegaron al país sudamericano tras recorrer más de 10.000 kilómetros de distancia.
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La misión de los bombarderos
Las maniobras aéreas conjuntas con los bombarderos estratégicos rusos Tu-160 buscan la preparación del país latinoamericano en labores defensivas, así como "la elevación del nivel de interoperabilidad de los sistemas de defensa aeroespacial" de ambos países, según lo declaró el ministro venezolano de Defensa, el general Vladimir Padrino López.
"Que nadie en el mundo tema por la presencia de estos aviones logísticos, bombarderos y cazabombarderos estratégicos que han pisado territorio venezolano, nosotros somos constructores de la paz y no de la guerra", subrayó el ministro durante una recepción de una comisión de la Fuerza Aeroespacial de Rusia.
Asimismo, López destacó que los ejercicios se enmarcan en la cooperación bilateral entre ambos países. "Esto lo vamos a hacer con nuestros amigos, porque tenemos amigos en el mundo que defienden las relaciones respetuosas de equilibrio, de altura entre los estados", añadió.
"Declaración inapropiada"
Estados Unidos no ha pasado por alto el envío de los aviones rusos, como se desprende del comentario publicado en su cuenta de Twitter por el secretario de Estado, Mike Pompeo, que se refirió a la acción como propia de "dos gobiernos corruptos malgastando fondos públicos". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió afirmando que dichas declaraciones no resultan "muy apropiadas" cuando las hace "un país que podría alimentar a toda África con la mitad de su presupuesto de Defensa".
"El continente latinoamericano era considerado inaccesible para los estados europeos" y "EE.UU. se sentía seguro" en la regíon. Ahora se ha hecho evidente que la situación "no es tan simple", según un experto.
Aunque el ministro López aseveró que el país está preparado "para defender a Venezuela, hasta el último palmo, cuando sea necesario", también subrayó que las maniobras aéreas conjuntas con los bombarderos rusos buscan sobre todo la preparación del país latinoamericano en labores defensivas.
"Que nadie en el mundo tema por la presencia de estos aviones logísticos, bombarderos y cazabombarderos estratégicos que han pisado territorio venezolano, nosotros somos constructores de la paz y no de la guerra", destacó el ministro.
"Amenaza" para EE.UU.
Sin embargo, el envío de los aviones rusos a Venezuela causó un revuelo EE.UU. de donde llegaron reacciones negativas. En su cuenta de Twitter, el secretario de Estado, Mike Pompeo, se refirió a la acción como propia de "dos gobiernos corruptos malgastando fondos públicos".
Desde Rusia calificaron de "inapropiadas" y "poco diplomáticas" las declaraciones de Pompeo. Según apuntó con el secretario de prensa del presidente ruso, Dmitri Peskov, "no resulta muy apropiadoque un país que podría alimentar a toda África con la mitad de su presupuesto de Defensa haga este tipo de declaraciones".
Por su parte, la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, señaló que "tan solo fueron dos aviones y el Departamento de Estado ya está histérico". La vocera de la Cancillería rusa instó a "sus colegas" estadounidense a "no ponerse tan nerviosos".
La respuesta oficial de Caracas llegó por parte del ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, quien tildó de "irrespetuosa" y "cínica" la reacción del secretario de Estado de EE.UU.
Al respecto, Arreaza recordó que "EE.UU. posee al menos 800 bases militares (conocidas) en 70 países" y "75 de los 107 programas de EE.UU. para cooperación en seguridad operan en América Latina".
¿Nerviosismo ante las capacidades aéreas de Rusia?
Al respecto, el experto de la Asociación de Científicos Políticos Militares, Andréi Koshkin, ha enfatizado que este vuelo de los aviones rusos fue realizado "en estricta conformidad con las reglas internacionales para el uso del espacio aéreo", reseña el portal Nevskiye Novosti.
Respecto a las declaraciones del secretario de Estado de los EE.UU., Koshkin ha destacado que ha de tenerse en cuenta que los aviones de la OTAN acompañaron a los aviones rusos en vuelo. "Surge la pregunta: ¿cuánto gastaron en estos objetivos? En segundo lugar, si este vuelo no es tan interesante para ellos, ¿por qué observan tan de cerca las acciones de nuestros pilotos y la naturaleza del vuelo de los bombarderos?", ha apuntado el analista político militar.
Según Koshkin, tanto Pomeo como todo el aparato de la Casa Blanca "se pusieron nerviosos", y esto indica que las capacidades aéreas de Rusia "son mucho más altas de lo que esperaban".
"El vuelo de dos bombarderos Tu-160 es un proyecto bastante complicado y se está implementando con éxito por tercera vez. Se requieren 13 horas para cubrir 10.000 kilómetros, y esto es un indicador del estado del equipo militar y, por supuesto, del nivel de habilidad de los pilotos que pueden realizar una tarea tan difícil", ha explicado Koshkin.
De acuerdo con el experto, el éxito de la misiones de combate de Rusia en Siria fue una "sorpresa" para Washington. De esta manera, "probablemente, las relaciones cercanas y cálidas entre Venezuela y Rusia también causan nerviosismo y ansiedad en EE.UU.", ha sugerido Koskin.
Al mismo tiempo, "el continente latinoamericano era considerado inaccesible para los Estados europeos", según el analista ruso, y "los estadounidenses se sentían bastante seguros" en esta región. Pero ahora se ha hecho evidente que la situación "no es tan simple", ha concluido Koshkin.
Dos bombarderos estratégicos rusos Tu-160 arribaron a Venezuela el pasado 10 de diciembre con el objetivo de participar en unas maniobras. Estas parecen ser una medida disuasoria frente a la posibilidad de una intervención por parte de EEUU. Sputnik descifra la señal que Moscú y Caracas tratan de enviarle a Washington.
Los dos Tu-160, capaces de llevar armas nucleares, llegaron como parte de un grupo compuesto por un avión de transporte militar An-124 y un avión reactor de pasajeros Il-62.
Los aviones cubrieron más de 10.000 kilómetros y sobrevolaron las aguas de los mares de la parte norte de Europa, donde en un momento fueron escoltados por cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Noruega.
Luego, cruzaron el océano Atlántico y entraron en el espacio aéreo sobre el mar Caribe para finalmente aterrizar en un aeródromo en la ciudad venezolana de Maiquetía.
"El propio vuelo es extremadamente difícil de ejecutar. La elección de las aeronaves corresponde a la longitud y la duración del vuelo. Nuestros especialistas cumplieron bien con la tarea y todo esto se realiza en plena correspondencia con las normas internacionales", declaró a Sputnik el politólogo ruso Andréi Koshkin.
Para el analista, la cooperación que hoy en día se desarrolla entre Venezuela y la Federación de Rusia señala que las distancias colosales no son ningún obstáculo para los especialistas militares y el material bélico rusos.
Está previsto que las aeronaves rusas tomen parte en los vuelos conjuntos con la Fuerza Aérea de Venezuela sobre el estado de Vargas, adyacente a la capital del país, Caracas.
La visita de los aviones es un ejercicio de entrenamiento de alto nivel y de alta tecnología que tiene como meta estar preparados ante una posible agresión contra la república bolivariana, expresó en una entrevista con Sputnik el politólogo y analista internacional Ernesto Wong.
A su entender, ambas fuerzas armadas se están preparando para llevar a cabo una defensa efectiva.
"Es parte de un programa de preparación conjunta combativa, en defensa de la soberanía y la independencia de Venezuela. Esta también sirve como una práctica de entrenamiento para los aviadores rusos en territorios montañosos", dijo.
El entrenamiento, continuó Wong, también es de gran importancia para los aviadores venezolanos porque es posible que en algún momento Caracas adquiera nuevos aviones de producción rusa. Es decir, para los militares de Venezuela es una oportunidad para aprender nuevas tecnologías de este tipo de aviación, precisó.
En pocas palabras, los aviones rusos pronto se irán, pero la experiencia se quedará con los militares venezolanos.
Juego sucio a la estadounidense
La presencia de los bombarderos estratégicos rusos en su 'patio trasero' —como Washington ve a América Latina— provocó, como era de esperar, un fuerte repudio en los políticos norteamericanos. Un ejemplo emblemático de la reacción clásica de Estados Unidos es el comentario del jefe del Departamento de Estado, Mike Pompeo.
El secretario de Estado de EEUU acusó a Moscú y Caracas de "despilfarro de fondos públicos". El Kremlin, a su vez, respondió que estas declaraciones son "absolutamente inapropiadas". En particular, el portavoz del presidente, Dmitri Peskov, señaló que EEUU con la mitad de su presupuesto de defensa sería capaz de "alimentar a toda África".
Según Wong, las palabras de Pompeo son parte de un plan para confundir a la opinión pública mundial, en general, y a la de América Latina, en particular. Asimismo, cabe recordar que, a diferencia de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, la aviación de EEUU está casi omnipresente: cuenta con bases en diferentes puntos del planeta.
"Esta retórica es parte de la política exterior norteamericana de amenazas y de agresiones, también de carácter mediático. Buscan impactar en la opinión pública para ejercer algún tipo de rechazo al modelo venezolano", planteó.
También, prosiguió, Washington trata de ejercer presión sobre Rusia por su política exterior porque es la potencia nuclear a la que le tiene más temor. Simplemente quiere cerrar los espacios a Rusia en América Latina, añadió.
Al mismo tiempo, el experto dudó de que haya una respuesta en la práctica por parte de Estados Unidos.
"Hay comentarios y declaraciones que tratan de meter miedo a los pueblos vecinos de que Venezuela va a ser una amenaza para ellos, pero la verdad es que Caracas es una víctima de la política exterior estadounidense", concluyó.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, declaró durante una rueda de prensa celebrada el 12 de diciembre, que EEUU está preparando un complot para violentar la democracia venezolana, asesinarlo e imponer un gobierno dictatorial en el país latinoamericano.
Maduro indicó que el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha sido asignado como el jefe del plan del complot para llenar de violencia a Venezuela.
El líder venezolano también tachó de "inmoral" la crítica de EEUU sobre la llegada de dos aviones Tu-160 de la Fuerza Aeroespacial de Rusia al país sudamericano.
"EEUU, que tiene el presupuesto militar más grande del mundo con 40 millones de pobres, viene a decir que nosotros malgastamos el dinero, [cuestionar que] el presidente [ruso Vladímir] Putin y yo tenemos cooperación militar. Esto se llama inmoralidad", subrayó.
El mandatario hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa con medios locales e internacionales en el Palacio de Miraflores —sede del Gobierno- en Caracas.
La visita de los bombarderos estratégicos rusos Tu-160 a Venezuela causó un gran revuelo entre algunos medios que incluso empezaron a elaborar hipótesis sobre su posible emplazamiento en el país latinoamericano.
Las aeronaves volvieron a sus bases permanentes en Rusia el 15 de diciembre. El especialista militar ruso Alexéi Leonkov reveló a Sputnik los verdaderos objetivos de la visita de los bombarderos estratégicos a Venezuela y explicó por qué no se quedaron allí.
Muestra prudente de fuerza
Uno de los aspectos fundamentales que no permiten el emplazamiento de los bombarderos estratégicos rusos en Venezuela es, según Leonkov, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés).
Dicho tratado delimita los territorios que estas aeronaves pueden sobrevolar con su armamento. La formación de una base aérea con los Tu-160 en el país latinoamericano supondría una violación del tratado, agregó.
"Por esta razón no lo hicimos y los aviones volaron allí sin su armamento. Simplemente pusieron a prueba sus características de vuelo y la experiencia de la tripulación en su habilidad de manejar la nave en un entorno desconocido", matizó Leonkov.
Así, fueron dos los objetivos principales de la visita. El primero, la demostración de las capacidades de la maquinaria militar rusa. Lo segundo que quedó demostrado es la disposición de prestar ayuda y cooperar con otros países en el ámbito militar y técnico.
Dos bombarderos rusos Tu-160, una aeronave de pasajeros y otro avión de carga aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar el 10 de diciembre. A bordo había un centenar de oficiales rusos que participaron en lo que Venezuela y Rusia denominaron "vuelos operativos combinados".
La situación generó tensión entre los Gobiernos de Colombia y de Venezuela, luego de que el presidente colombiano, Iván Duque, calificara como "inamistoso" para este país y para el continente los ejercicios conjuntos que se llevaron a cabo en el espacio aéreo venezolano durante toda la semana pasada.
La llegada de las aeronaves y los militares rusos tuvo lugar tras una visita a Moscú del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, donde se reunió con su homólogo ruso, Vladímir Putin. El 15 de diciembre los bombarderos regresaron a Rusia.
La Cancillería rusa enfatiza que "no se puede provocar una mayor división en la sociedad venezolana" e insiste en la necesidad de "promover la búsqueda de un consenso interno" en el país sudamericano.
Cerca de 550 periodistas, la mayoría de ellos extranjeros, han sido acreditados para la conferencia de prensa del ministro de Exteriores ruso.
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Desde las instalaciones del Ministerio de Exteriores en Moscú, el jefe de la diplomacia rusa responde a partir de las 08:00 UTC a las preguntas de los cerca de 550 periodistas acreditados para el evento, entre los cuales se cuentan unos 300 extranjeros.
Entre los asuntos por abordar destacan además las relaciones de Rusia con la OTAN y la Unión Europea, así como la situación en Ucrania, Siria y en países de Oriente Medio y la península coreana. Se espera también que se traten temas globales como la lucha contra el terrorismo y la seguridad cibernética.
Rusia desarrolla su colaboración con Venezuela "en estricta conformidad con la Constitución de ese país y con pleno respeto a sus normas legislativas", indicaron desde el Ministerio.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha emitido este 26 de marzo un comunicado en el que precisó que especialistas rusos se encuentran en territorio venezolano en concordancia con el tratado existente de colaboración técnica-militar entre ambas naciones.
"La Federación de Rusia desarrolla su colaboración con Venezuela en estricta conformidad con la Constitución de ese país y con pleno respeto a sus normas legislativas", declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, citada en la publicación.
La vocera precisó que la permanencia de los especialistas rusos "se rige por el acuerdo" entre ambas naciones sobre la colaboración técnica-militar, alcanzado en mayo del 2001. Según sus afirmaciones, las medidas tomadas en el marco del tratado en cuestión no necesitan "aprobación adicional por parte de la Asamblea Nacional de Venezuela".
Zajárova reiteró que Caracas es un socio estratégico de Moscú y las autoridades rusas planean "crear una constructiva cooperación mutuamente beneficiosa" no solo con Venezuela, sino con otros países de la región.
A su vez, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó este lunes en Twitter que Washington trata de "interferir en los programas de cooperación técnica-militar entre Rusia y Venezuela", al mismo tiempo que el país norteamericano tiene un gran número de bases militares en todo el mundo —"buena parte" de las cuales se ubica en América Latina— y "un presupuesto militar creciente de más de $700 millardos (700.000 millones de dólares)". Arreaza calificó este comportamiento de las autoridades estadounidenses de "cinismo".
Anteriormente, una fuente diplomática en Caracas relató a la agencia RIA Novosti que dos aviones militares rusos con integrantes del Ejército de este país aterrizaron en Venezuela. Al mismo tiempo, afirmó que "no hay ningún misterio" respecto a esos vuelos, ya que "Rusia tiene varios contratos [con Venezuela] que ya están en proceso de cumplimiento", incluidos acuerdos "de carácter técnico-militar".
China: "América Latina no pertenece a ningún país y no es el patio trasero de nadie"
Publicado: 26 mar 2019 11:02 GMT | Última actualización: 26 mar 2019 16:33 GMT
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang, ha comentado las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE.UU., John Bolton, sobre la inadmisibilidad de la injerencia de los países "hostiles" en la situación en Venezuela.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang
Andy Wong / AP
Por otra parte, este 25 de marzo, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mantuvieron una conversación telefónica donde se discutieron temas relacionados con la situación de Venezuela.
En este diálogo, Lavrov destacó que los intentos de Washington de organizar un "golpe de Estado" en Venezuela y las amenazas contra su Gobierno legítimo "están violando la Carta de la ONU", y agregó que ello constituye una "injerencia no disimulada" en los asuntos internos de un Estado soberano.
Por su parte, según cita el Departamento de Estado estadounidense, Pompeo hizo saber a su homólogo ruso que EE.UU. y sus aliados regionales "no se quedarán de brazos cruzados" mientras Rusia "exacerba las tensiones en Venezuela" con sus actividades de cooperación con ese país sudamericano. El diplomático calificó estas acciones como un "comportamiento no constructivo" pese a que se realizan de acuerdo a contratos bilaterales amparados por el derecho internacional.