ARCÓN DE TIEMPO
Se fueron cayendo las palabras, tal vez heridas de aburrimientos. Como un manto ocre extenso fue cubriendo la estación errante, que seguía su derrotero inevitable. Lo nuestro fue, rayos de mediodía en ese despertar que no esperábamos. Y como si fuera una historia escrita con final coronado de dudas, nos tocó vivir y dibujar sobre arena, inventando madrugadas certeras. Ah… no destiñen los pétalos cuando la lluvia es bondadosa y riega los huecos vacíos, con prodigiosa magia. Nadie puede contar las noches, si palidecen las acacias calladas, mirando nuestras ansias desveladas, si cautelosa se asoma la aurora y nos encuentra alfombrados de hierba. Por eso amarte fue un sueño, y guardo en mi arcón de tiempo días que aún no han amanecido. para habitarlos a tu lado.
CARLOS HORACIO BIRD |