Delirio de amor
Salta de alegría,
con sus movimientos agradece,
se vierte en bendiciones merecidas.
Hace piruetas en el radar del tiempo,
combina sus miradas y su acento,
Y canta una melodía que solo unos pocos entienden.
Solo aquellos capaces de no poseer,
de no desear,
simplemente aceptar lo amado,
Infinito amor que no posee, solo da.
Salta enloquecida de alegría,
Puedo leerle en sus ojos el abismo de su amor.
Tan grande amor que su cuerpo no comprende,
no entiende el delirio de su tacto,
Pero está ahí,
Simplemente glorificando su existencia,
contemplando la aureola del amado.
Carmen Amaralis Vega Olivencia