Tengo tiempo para hacer todo lo que necesito hacer.
Aveces mi paciencia puede ser puesta a prueba.
Cuando tengo cosas que hacer y lugares donde ir,
y soy demorado, puede que sienta frustración.
Mas, en vez de ello puedo elegir hacer una pausa y respirar.
Redirijo mi pensamiento y lo enfoco en las bendiciones del momento.
Sé que la vida es mucho más que una lista de cosas por hacer.
Cada momento es un regalo y cada persona hace
lo mejor que puede ante las circunstancias.
Trato a las personas y situaciones de mi vida de una manera diferente,
demuestro amor y comprensión.
Soy paciente y amable.
Me doy cuenta de que mi bien se desenvuelve continuamente,
y que tengo el tiempo y los recursos para hacer
lo que verdaderamente necesito hacer.
El amor es paciente y bondadoso;
no es envidioso ni jactancioso, no se envanece.
—1 Corintios 13:4