Incluso sin avances en la ciencia y la tecnología, la URSS seguiría siendo el segundo país más fuerte del mundo, asegura el artículo.
Antes de colapsar, la Unión Soviética era la segunda economía más grande del mundo. El sector militar representaba una parte importante de la producción industrial y, gracias a su potencia militar, la URSS podía ejercer presión sobre Estados Unidos en caso de necesidad, observa el medio.Según el autor, la Rusia moderna es en muchos aspectos inferior a la Unión Soviética. A pesar de ello, el país sigue siendo la segunda potencia militar del mundo y lleva a cabo sus políticas en diferentes partes del mundo.
Si la Unión Soviética aún existiera, es muy probable que Estados Unidos no se atreviera a provocarla tan fácilmente, concluye el medio.
La URSS se derrumbó en 1991 después de que el entonces presidente del país, Mijaíl Gorbachov, anunciara que renunciaba a su cargo. Al anuncio lo precedió el Tratado de Belavezha, firmado por los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia. El acuerdo estableció la disolución de la Unión Soviética en 15 Estados independientes.