¡¡¡ SOY UN POBRE MESÍAS !!!
*** Versos de la Rosa ***
Una parábola pregonaba el Mesías en Jerusalén
cuando era detenido como agitador de palabras,
ahora cuando ha vuelto vestido con los harapos
las gentes se apartan al verle pobre y desvalido.
Dejando que el trabajo y la abundancia le veten
desamparado mendiga por las calles sin aliento,
hoy la gente le miran malamente y no le ayudan
aunque es su parábola de Cristo el que pregona.
Qué sorpresa cuando vean que torné a la Tierra
vestido con los harapos de un errabundo social,
sin esa poderosa fuerza de primogénito de Dios
mendigando en la calle mí hambre y la decencia.
Emblemático avariento es su testimonio penoso
asentados en rapiñas ilegítimas del desgobierno,
este vagabundo del que desconfían los hombres
es el primogénito de Jehová de poderes etéreos.
Como vástago de la divinidad hoy traigo perdón
ten fe en mi mensaje, soy semejante al Creador,
que el día de la esperanzada humana ha llegado
acompañando misericordia por amor al humano.
Qué falsedad veis en el rostro escuálido y sucio
con los largos cabellos que añoran agua limpia,
harapos que envuelven su flaca carne desvalida
atesorando un hambre que acaparan los pobres.
Son samaritanos para que el corazón se apiade
sin necesidad de hieles de su sinrazón humana,
quien entregue caridad sin rubor salvara su ser
a esos viejos harapientos que lacera su miseria.
Cuando sus siete trompetas del final del tiempo
suenen entre nutridos banquetes de avarientos,
su harapienta vestimenta del mendigo irradiará
viendo en el rostro al Divino aspecto de Mesías.
No soy un irreverente creando esas semejanzas
cuando es la pluma la que desea estos ejemplos,
si su hijo de Dios torna hoy cubierto de harapos
el humano no soportará esta infausta presencia.
Sobre seguro le encarcelan para limpiar la calle
porque la avaricia no desea testimonios pobres,
allí puede ser maltrecho por presos antisociales
antes que su justicia los fulmine de la sociedad.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
18 de marzo año 2020
Comentario de autor:
Soy un pobre Mesías, nos dice ese vagamundos soberbio, desde la agudeza de la más severa miseria social.
Si es el Mesías que vuelve, después de ser torturado y crucificado, de nuevo a la Tierra de los humanos, es seguro que por su desastroso aspecto sea despreciado.
No es casual que la avaricia humana, trate sin un atisbo de caridad al pobre que pide en la calle de los ricos.
Si Cristo vuelve hoy con harapos de pobre, no será oído por el hombre, pero será humillado y maltratado.
Esa es la verdad y así la escribo.
El Hombre de la Rosa