Risueñas margaritas en el prado,
se baten en mil vientos de solaz,
sus vestidos inspiran blanca paz,
¡Sus miradas de luz me han recreado!
Alegres bailarinas han llegado
con vestimenta blanca y perspicaz,
exhibiendo su canto, luz vivaz;
presumiendo su canto dilatado.
¡Venid mis margaritas a mis puertas!
¡Venid palomas blancas hechizadas!
Y dejad sus corolas descubiertas.
Borrad de mí, tristezas encerradas,
ilusiones varadas y desiertas,
¡Recordadme mis épocas doradas!
Las margaritas
en los prados florecen,
entre los vientos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados