1087 Siempre he estado allí.
Desde tu llegada indefensa criatura he
estado allí, cuidándote lo mejor que mis fuerzas
me han dejado y tratando de ser algo bueno
en tu vida pues tu lo eres para mi.
Con dolor o con orgullo he tratado
de respetar tus decisiones y mis palabras
he tenido que contener para esperar el desenlace
de tus pasos por tu joven vida.
Te he visto con furia en tus ojos, en tus palabras
pues se me olvidan muchas de las cosas que me
dices pues mis obligaciones son muchas mas recuerda
que solo estoy desde su partida y grande la obligación.
Mis manos están para ti si necesitas fuerza extra,
calor si frío tienes, apoyo cuando solo te sientas,
trabajo si una idea novedosa o proyecto me compartes
pues sabes que me encanta servir.
Compañía en tu viaje seré hasta que sientas
que no me necesitas, para pasar a ser un observador
sin voz ni voto en tu vida, si así lo consideras, pero
recuerda de fuera se observa mejor.
El Creador te ha llevado a mi con un propósito.
Por Prof. Luis Horacio de Jesús Cerdas Mora.
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