Venezuela frustra un intento de "invasión por vía marítima" procedente de Colombia
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El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, informó este domingo un intento de incursión por vía marítima en el país, que fue frustrado por las autoridades locales.
"Pretendieron realizar una invasión por vía marítima un grupo de mercenarios terroristas, procedentes de Colombia, con la finalidad de cometer actos terroristas en el país, perpetrar asesinatos a líderes del Gobierno revolucionario e incrementar el espiral de violencia (...) y con ello derivar en un nuevo intento de golpe de estado", declaró el ministro.
Reverol detalló que el intento de ingreso al país fue por las costas del estado La Guaira, en el norte de la nación caribeña, a través de lanchas rápidas. El funcionario indicó que varios de los "terroristas" fueron abatidos en el operativo y otros capturados, e incautado un arsenal de fusiles de asalto.
"Más adelante daremos detalles, ya que la operación continúa y no se descartan otras detenciones", indicó el funcionario, quien adelantó que las autoridades responderán de manera "contundente" contra los grupos terroristas.
El intento de agresión a Venezuela ocurren casi exactamente un año después del intento frustrado de golpe de Estado que encabezó el diputado opositor Juan Guaidó, en Caracas, acompañado por el líder de derecha Leopoldo López.
"Pareciera que los ensayos frustrados imperiales para derrocar al gobierno legítimamente constituido, que dirige el presidente Nicolás Maduro, los ha arrastrado a formular acciones desmedidas", dijo Reverol hoy, tras declarar el estado de "alerta y resistencia permanente" en la nación suramericana.
Tiroteos en la madrugada
En redes sociales circularon videos de usuarios que daban cuenta del sobrevuelo de helicópteros y fuertes detonaciones en la zona de Macuto, del estado La Guaira, en horas de la madrugada.
Según información de los cuerpos de seguridad venezolanos, en la operación fueron abatidas ocho personas, entre ellos el capitán Robert Colina, alias Pantera, señalado de estar a cargo de un campamento paramilitar en Colombia y vinculado a una millonaria movilización de armamento, que fue frustrada semanas atrás.
Otros dos ciudadanos fueron capturados en la operación y se determinó que parte del arsenal incautado pertenecía al parque de armas del Palacio Federal Legislativo (Asamblea Nacional).
Maduro anuncia la captura de otros 3 mercenarios implicados en el intento fallido de incursión marítima
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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha comunicado este sábado la captura cerca de la localidad de Santa Cruz (estado La Guaira) de otros 3 mercenarios involucrados en la incursión marítima fallida, que se registró el pasado 3 de mayo.
"Tengo que informar que hemos capturado 3 mercenarios más el día de hoy, fueron capturados por el grupo de comando de mar número 82", ha precisado Maduro en un discurso televisado.
El presidente detalló que se trata del "mercenario, terrorista desertor" Junior de Jesús Silva Herrera, así como de los terroristas Antoni José Reyes y Jackson Leiner Taquiva Becerra.
Maduro ha asegurado que los cuerpos de seguridad continúan con la búsqueda de otros implicados.
"Estamos peinando toda esa montaña, pido colaboración a todas las comunidades de la Colonia Tovar completa de Petaquire, Petaquirito, de toda la carretera de El Junquito. Ahí están los mercenarios que quedan y los estamos buscando en detalle y los vamos a capturar a todos", sostuvo.
El presidente venezolano ha denunciado que "estos mercenarios se prepararon y vendieron su patria y venían a matarnos". "Cuando digo que venían a matarnos, no solo tenían el objetivo de asesinarme, venían a matar al pueblo de Venezuela", ha aseverado.
Incursión fallida
La madrugada del pasado 3 de mayo, un grupo subversivo intentó ingresar al territorio de Venezuela por la costa centro-norte del país a bordo de lanchas rápidas, que fueron interceptadas y repelidas por las fuerzas de seguridad. Varios participantes del intento fallido de la incursión fueron capturados.
Este miércoles, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que "no hay ninguna duda" de la participación del mandatario colombiano, Iván Duque, en el fallido intento de incursión marítima. Maduro precisó que Duque recibió la orden para participar en esta maniobra de parte de su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Previamente, el mandatario venezolano mostró un video en el que Luke Alexander Denman, militar estadounidense de 34 años involucrado en el fallido intento de incursión, confesó las tareas realizadas en Colombia, previo a la operación del pasado domingo, cuyo objetivo era secuestrar a Maduro.
Colombia y EE.UU. se desmarcan
La Cancillería de Colombia negó el pasado 3 de mayo la participación del país en la maniobra contra Venezuela. "Se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa", dice Bogotá.
Por su parte, Duque declaró este viernes que "no auspicia invasiones ni ningún tipo de triquiñuelas" en respuesta a las acusaciones esgrimidas por su par venezolano.
Entretanto, desde EE.UU. se han pronunciado el presidente Donald Trump y los secretarios de Estado y de Defensa, Mike Pompeo y Mark Esper, respectivamente.
VIDEO: Capturan a otro de los participantes en el intento de incursión a Venezuela y relata su papel en la operación
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Un hombre que participó en el intento de incursión marítima en Venezuela se entregó la noche del pasado martes en la población costera de Cepe, en el estado Aragua (norte), según informa la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Central.
En un tuit de la cuenta de la REDI se afirma que "gracias a la unión cívico-militar" la noche del pasado martes se capturó a un "mercenario que cumplía funciones de maquinista" de la segunda embarcación que participó en el desembarco de Macuto, ubicado en el estado La Guaira, litoral central, que pretendía ingresar al país para derrocar a Nicolás Maduro y realizar atentados selectivos a altos funcionarios del gobierno.
En un video compartido en las redes, un grupo de pescadores mantiene rodeado al hombre, que afirma que se entregó voluntariamente al pueblo de Cepe, que se encuentra cerca de Chuao, donde el pasado lunes fueron capturadas ocho personas involucradas en las acciones del domingo, que fueron frustradas por los cuerpos de seguridad venezolanos.
En el registro, Rosmel Méndez, como se identifica, afirma que está involucrado "en el intento de golpe de Estado" y que su trabajo era "trasladar a la gente" y "manejar la embarcación desde la Guajira colombiana hasta territorio venezolano", como lo explicó el pasado martes el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, al develar los detalles del plan para derrocar a Maduro.
Recorrido de las embarcaciones
El pasado 1 de mayo salieron dos lanchas desde una finca en Colombia. Una de las embarcaciones iba comandada por alias 'Pantera', quien fue ultimado, con 12 personas a bordo, que iban a distribuirse en el estado La Guaira para luego atacar sedes gubernamentales y realizar asesinatos selectivos.
En otra lancha, según detalló Rodríguez, venían Antonio Sequea, Adolfo Baduel y dos entrenadores estadounidenses, que fueron capturados en Chuao, junto a otras cuatro personas. Según la confesión de uno de los participantes, en esta embarcación viajaban también unas 50 personas que están siendo buscadas por las autoridades en la costa venezolana.
La primera lancha llegó a Macuto, donde fueron interceptados por las fuerzas de seguridad venezolanas, dejando un total de "6 terroristas abatidos, 4 capturados y uno desaparecido", según el ministro de Comunicación.
La segunda embarcación rápida que estuvo en el operativo subversivo sufrió un desperfecto que la retrasó. Por ese motivo, los mercenarios se comunicaron vía satélite con la primera lancha y se plantearon la idea de escapar a la isla de Bonaire, "pero no tenían suficiente combustible". Entonces, la tripulación decidió intentar desembarcar en la costa de Aragua, donde fueron detenidos con ayuda de los pescadores de la zona. Hasta el momento, con la entrega de Méndez, van 15 capturados.
Por su parte, tanto el Gobierno de EE.UU. como el de Colombia han negado su participación en los hechos.
Desertores, mercenarios y políticos: Quién es quién detrás del intento fallido de incursión en Venezuela
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Los cuerpos de seguridad de Venezuela se mantienen desplegados en la búsqueda de todos los involucrados en el intento fallido de incursión, que fue perpetrado el pasado domingo 3 de mayo en las costas de La Guaira, en el litoral central del país suramericano.
Hasta ahora, las autoridades venezolanas han detenido a 37 personas vinculadas a la llamada "Operación Gedeón", entre ellas dos exmilitares estadounidenses, y abatieron a otras ocho. Las capturas se han producido en zonas de costeras y de montaña, en los estados Miranda, La Guaira y Aragua, con ayuda de los pobladores de esas localidades.
El grupo del sobrino de Clíver Alcalá
El Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEO-FANB) anunció el pasado domingo la captura de "ocho mercenarios terroristas", siete hombres y una mujer, implicados en la Operación Gedeón, que estaban comandadospor José Ángel Barreno Cordones, sobrino del mayor general en retiro Clíver Alcalá Cordones.
Alcalá Cordones fue jefe de guarnición y comandante de la Región de Defensa Integral en Guayana durante el gobierno de Hugo Chávez. En 2013, terminó su carrera militar, se mostró contrario al gobierno de Nicolás Maduro y en 2019 manifestó su apoyo al diputado opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó como mandatario "interino". EE.UU. lo acusa de estar involucrado en redes de narcotrafico.
El pasado 26 de marzo, Alcalá Cordones, quien se encontraba en Barranquilla, declaró en una entrevista hecha por W Radio que junto a Guaidó y asesores norteamericanos planificó la compra de armas, que serían introducidas desde Colombia a Venezuela, para realizar atentados selectivos, incluyendo el asesinato del mandatario venezolano. Días después, fue deportado a EE.UU.
Un trío de desertores
Ayer, el ministro de Justicia, Néstor Reverol, anunció la detención de otros tres militares desertores: el primer teniente Jairo Bethelmy, el sargento segundo Franco Jonathan y sargento primero Evan Rincón. Las capturas ocurrieron en la Colonia Tovar, un pueblo turístico del estado Aragua.
Bethelmy participó, junto a otros oficiales, en el frustrado intento de golpe de Estado del 30 de abril del 2019, comandado por Guaidó. No obstante, en aquella oportunidad alegó haber actuado "bajo engaño de sus superiores".
El sábado 9 de mayo, también fueron apresados tres hombres: el civil Jackson Leiner Taquiba Becerra y los dos desertores del Ejército, Junior De Jesús Silva Herrera y Anthony José Reyes, quienes se encontraban cerca de Santa Cruz, una zona montañosa del estado La Guaira.
"Estamos peinando toda esa montaña, pido colaboración a todas las comunidades de la Colonia Tovar completa de Petaquire, Petaquirito, de toda la carretera de El Junquito. Ahí están los mercenarios que quedan y los vamos a capturar a todos", dijo Maduro al respecto.
El hijo del General Baduel
A inicios de semana, las autoridades venezolanas, gracias a la colaboración de los pescadores de Chuao, un pueblo costero del estado Aragua (norte), capturaron a "ocho mercenarios", incluidos el jefe de la incursión, capitán Antonio Sequea Torres, y Josnars Adolfo Baduel, hijo del General Raúl Isaías Baduel.
El capitán Sequea, quien ya había participado en el intento de golpe contra Maduro el 30 de abril del 2019, se identificó a través de un vídeo que se distribuyó por las redes sociales, como "el comandante de la Operación de liberación, protección y seguridad de la patria Gedeón".
Josnars Adolfo Baduel es hijo del exgeneral Raúl Isaías Baduel —un militar acusado por corrupción durante su gestión como ministro de Defensa (2006-2007)— y admitió la participación de dos estadounidenses "intermediarios del jefe de seguridad del presidente de los EE.UU., Donald Trump" en el intento de incursión.
Horas después, cerca del lugar en que ocurrió la detención de esas ocho personas, se logró lacapturade Rodolfo Rodríguez y Yerferson Fernandez, dos expolicías que formaban parte del grupo.
Los dos estadounidenses
Después de la fracasa operación de incursión marítima, las fuerzas de seguridad de Venezuela capturaron a 13 implicados, entre ellos, Luke Denman y Aaron Barry, dos exmilitares de las Fuerzas Especiales de EE.UU., veteranos de guerra y oriundos de Texas.
Ambos poseían un carnet de Silvercorp USA, una empresa de seguridad privada del exboina verde, Jordan Goudreau, quien aseguró haber suscrito con Guaidó, el diputado Sergio Vergara, y el asesor político Juan José Rendón, un "contrato general de servicios" por 212 millones de dólares para llevar a cabo esta acción militar en el país suramericano.
Este exboina afirmó que la fallida operación militar contaba con un total de 60 hombres. Hasta el momento, las autoridades venezolanas han capturado a 37 implicados y ocho fueron abatidos en el momento de la incursión. Entre los fallecidos se encuentra el capitán Robert Colina Ibarra, alias 'Pantera', quién se identificó como líder del grupo, catalogado como "terrorista" y "mercenario" por Caracas.
El pasado 8 de mayo, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, solicitó la detención de 22 personas por su vinculación con la operación fallida.
Entre las órdenes, hay tres dirigidas contra Goudreau, Rendón y Vergara, quienes también serán solicitados ante la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Hoy, después de que Rendón admitiera su participación en el plan y la negociación del contrato, renunció al cargo que tenía como responsable del Comité de Estrategia de Guaidó.
Guaidó, por su parte, negó su participación en los hechos y aseguró que el presidente Maduro "inventa nuevas excusas" para "perseguirlo y detenerlo", pese a la revelación de un audio donde le agradece a Goudreau "todos los esfuerzos" que realiza por "la causa" venezolana, y dice estar listo para firmar el contrato que establece los detalles del intento de incursión.
Operación Gedeón en Venezuela: entre el malestar social y la impotencia militar
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Desde tempranas horas del 3 de mayo y ya con 8 muertos y una decena de detenidos en los primeros instantes de la acción, se reconocía el fracaso de la operación Gedeón, que consistía en la incursión armada de un grupo de hombres sobre la costa centro-norte venezolana. Al momento, el ex boina verde y líder de la contratista militar estadounidense Silvercorp, Jordan Goudreau, asumía la responsabilidad de la acción. Dos lanchas rápidas, provenientes de Colombia, eran neutralizadas. La guinda del pastel significó la captura, pocas horas después, de dos ciudadanos estadounidenses, exmilitares, quienes declararon que el fin último de la operación era el asesinato o aprensión de Maduro y su traslado a Estados Unidos, país que le colocó precio a su cabeza hace poco más de un mes, acusándolo de "narcoterrorismo".
Cuando continúa la tensión, este fin de semana el gobierno de Venezuela denunció el hallazgo en aguas venezolanas, específicamente en riberas del río Orinoco (al sur de la frontera), de tres lanchas rápidas militares, con armas y municiones, pertenecientes a las fuerzas armadas colombianas, quienes reconocieron la información, aduciendo que se las había llevado la corriente del río.
Al pasar los días, debido a la forma ingenua como ocurrieron los hechos, puede llegar a parecer ésta una acción bastante infantil cuya realización parecería más creíble para fanáticos del cine de acción de Hollywood que para analistas militares.
Pero lo cierto es que la operación Gedeón se realizaba bajo una coyuntura perfecta para su desarrollo, con un contexto social inmejorable y con incentivos adicionales para el riesgo.
A raíz de la pandemia y la gravísima escasez de gasolina que se extendió hace semanas, entre otros factores por el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, la situación económica revivió los peores momentos de la crisis venezolana en el 2017 y 2018, ahora agravada por el tema del combustible en todo el territorio nacional, la baja del precio del petróleo y las secuelas económicas del coronavirus.
Así, la tercera semana de abril se produjeron saqueos y protestas en ciudades importantes como Cumaná, Barquisimeto, Valles del Tuy, Margarita y Upata. Todas ubicadas a lo largo de la geografía venezolana. La carestía de alimentos calentaba las calles y había un murmullo e inconformidad general.
Una chispa podía ser suficiente para incendiar la pradera.
Pero lo que cayó con Gedeón fue un balde de agua.
La oposición venezolana: desnuda, otra vez.
Nada valió el malestar social. Como era de esperarse, y como de hecho había sucedido en febrero y abril de 2019, toda intervención implementada desde territorio colombiano no hace sino compactar a las fuerzas armadas venezolanas y al chavismo, y, en consecuencia, oxigenar a Maduro como única opción de gobernabilidad. Una incursión foquista, convertida en intento de invasión por la narrativa oficial, terminaría siendo un acto perfecto para solidificar el aparato militar y policial venezolano.
Muy difícilmente algún sector militar o político venezolano, que viva en Venezuela, pueda saludar abiertamente una aventura armada proveniente de Colombia (un país en histórico conflicto con Venezuela), respaldada además por la industria del narcotráfico y el paramilitarismo, en combinación con el lobbie anticastrista de Miami, karmáticamente atado al ahora recordado acontecimiento de Bahía de Cochinos, o Playa Girón para el relato cubano.
Las protestas que se llevaron a cabo en abril no contaban con ningún tipo de coordinación central y el modelo político actual de la oposición de asumir un simulacro de presidencia, con decretos aéreos e incumplidos, le impide aprovechar el momento político en el que podría funcionar, con mayor efectividad, una jefatura de oposición que aglutinara el malestar y aplicara una estrategia de avance hacia un cambio en la correlación de fuerzas para derrocar a Maduro o, con mayor probabilidad, presionarlo a buscar una salida política negociada en el mediano plazo.
El impacto de la operación Gedeón en la oposición venezolana no es más que el de una nueva derrota, que no solo deja desmoralización y bajón en sus seguidores, sino que incluso lleva a divisiones a lo interno del movimiento de Guaidó, como es el caso de la postura del partido Primero Justicia, cuyo coordinador nacional Julio Borges es canciller en el exilio del interinato. Dicho partido ha publicado un comunicado desmarcándose de los hechos, condenando este tipo de acciones y reclamando la expulsión de los actores que hayan estado involucrados en el hecho. Si el Washington Post publicó un contrato firmado por Guaidó y Goudreau para implementar la operación: ¿está pidiendo aquel partido la renuncia de Guaidó? No lo expresan abiertamente, pero su abandono a la línea de intervención violenta deja íngrimo al partido de Guaidó, Voluntad Popular, y con graves problemas para seguir desarrollando su estrategia, que privilegia la acción militar rápida implementada desde el exterior.
La evidente vinculación de Guaidó en el hecho le abre un flanco en una de sus principales fortalezas: los medios internacionales, que se han agolpado a criticar de manera contundente su participación y malos argumentos para salir del embrollo.
Por su parte, son varios los analistas de oposición y los medios de derecha radical que no ven otra opción: la figura de Maduro, su gobierno y su alianza con los militares sale fortalecida. Además, aleja las posibilidades de un acuerdo político que normalice la situación política de cara a las elecciones parlamentarias que deben realizarse este año, según dicta la constitución, con lo cual resultará más factible que se achique la participación opositora y quede el chavismo solo en el juego electoral apenas acompañado de una oposición maleable y con ello recupere el único espacio institucional que le era esquivo: el Parlamento.
Por su parte, Guaidó sufre un doble descalabro. Queda mal con el ala democrática de la oposición, que espera un acuerdo para asistir a las parlamentarias en condiciones de normalidad y así mantener el único poder público con que cuenta. Y queda mal con el sector radical, puesto que está siendo denunciado por Goudreau de haber incumplido el pago y no haber acompañado hasta sus últimas consecuencias la operación definitiva para derrotar a Maduro.
Pero Gedeón no solo impacta en la oposición venezolana sino también en sus principales aliados.
Consecuencias en Colombia y Estados Unidos
Las consecuencias del desenlace no solo se esparcen por Venezuela. También por Colombia. Especialmente para sus fuerzas armadas, las cuales se han cuidado de no involucrarse de manera directa en el conflicto. Priva la idea según la cual un enfrentamiento armado contra Venezuela que se prolongue en el tiempo va a desestabilizar toda la región y especialmente el territorio colombiano.
La institucionalidad colombiana ya no cuenta con la firmeza que tenía a comienzos del gobierno de Duque. Primero por el alto grado de conflicto social que se presentó a finales del año pasado, justo después de la derrota de su partido en las regionales de octubre. Segundo, porque los acuerdos de paz lucen vencidos. Y tercero, porque los aliados antimaduristas, como Piñera, Bolsonaro y todo el grupo de Lima, hoy tratan de sobrevivir a las crisis políticas del año pasado y a la crisis sanitaria y económica del coronavirus.
El resultado de la operación Gedeón confirma los temores que apuntaban que las acciones armadas, oficiales o paramilitares pueden ser insuficientes para una labor de cambio político en Venezuela, que el gobierno de Maduro está preparado para neutralizar fácilmente este tipo de acción "quirúrgica" y que un intento foráneo de cambiar el poder político venezolano va a desencadenar en un conflicto prolongable en el tiempo y el espacio. Y Colombia será el principal impactado.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos puede verse afectado de manera importante, especialmente en lo referente al discurso electoral de Trump sobre Venezuela, que busca ganarse el voto latino del estado de Florida, fundamental para obtener su reelección. Después de varias derrotas en la política sobre Venezuela, como la del fallido golpe militar del 30 de abril de 2019, y en medio de la pandemia, es probable que Trump tenga ahora que rediseñar su discurso electoral basado hasta ahora en darle un contundente apoyo simbólico a una Presidencia paralela que, en medio de este escándalo, profundiza sus problemas de legitimidad. Ahora, una intervención o acción quirúrgica, real o simbólica, que suba la moral de su electorado más conservador, tiene muchas más probabilidades de riesgo. Deberá pensárselo mejor.
¿Otra Bahía de Cochinos?
Como era de esperarse una fallida incursión militar de este tipo sería rápidamente arropada por el relato oficial y, debido a las coincidencias, comparada con el acontecimiento de Bahía de Cochinos, según la nomenclatura estadounidense, o Playa Girón, según la cubana. Este fue un intento de desembarco del anticastrismo desde Estados Unidos en la bahía del mismo nombre en abril del año 61, con resultados políticos comparables. Especialmente porque fortaleció al gobierno cubano y provocó una complicación política para Estados Unidos, desde donde se implementó la acción. Develó la incapacidad del poderoso país de mantener una línea de acción coherente y más bien mostró una actitud vacilante y descoordinada. Playa Girón ha sido parte importante del relato victorioso de Cuba, incluso casi 60 años después. En el imaginario político de Estados Unidos y América latina, esa acción quedó como un desastre político del gobierno norteamericano.
No obstante, desde este análisis, la obvia comparación puede ser rápidamente rebasada, sobre todo en la política interna venezolana. La crisis económica sigue aumentando su crudeza, el problema de la gasolina parece haber llegado para quedarse y ya hay una fuerte presión social para aperturar una economía que ha sido asfixiada, tanto por la escasez de combustible como por la cuarentena, además del fortalecimiento del bloqueo financiero de Estados Unidos. Parece casi seguro que sigamos viendo nuevos episodios de tumultos, saqueos y protestas. El favorable desenlace de la operación Gedeón para el gobierno de Maduro no descarta la posibilidad de que se produzca la chispa, porque la pradera parece estar muy lejos de superar la sequía.
Capitán detenido afirma que Goudreau se reunió con Guaidó en la Casa Blanca para coordinar la incursión marítima a Venezuela
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El vicepresidente de Comunicación, Turismo y Cultura de Venezuela, Jorge Rodríguez, mostró este martes un vídeo donde el jefe del intento fallido de incursión ocurrido el pasado 3 de marzo, el capitán Antonio Sequea Torres, afirma que el exboina verde Jordan Goudreau se reunió en la Casa Blanca con el diputado opositor, Juan Guaidó, para coordinar la operación.
"A mediados de marzo, cuando viaja Guaidó de Colombia, que hace la gira que llega a EE.UU., Jordan Goudreau se distancia comunicacionalmente de nosotros. Pasamos un tiempo sin contacto telefónico, luego se vuelve a conectar y me informa que estaba en reunión con Guaidó en la Casa Blanca, que lo habían reafirmado nuevamente asesor militar para la salida del gobierno de Venezuela", afirma Sequea en la grabación.
De acuerdo con el capitán, esa noticia los alentó a seguir adelante con lo planeado. "Eso nos daba un poco más de fuerza, nos motivaba, ya que un año atrás nosotros veíamos a Jordan (Goudreau) detrás de la seguridad del presidente Trump y luego estaba asesorándonos a nosotros militarmente, eso nos daba, nos creaba la sensación de seguridad".
Sequea afirmó que Goudreau y la Administración de Donald Trump jugaron un papel fundamental en la incursión fallida. "Cualquier situación que se nos complicaba, él nos buscaba la forma de solucionar, él nos mantenía informados de todos los procedimientos de seguridad que fuese a hacer el gobierno de EE.UU."
Según el detenido, Goudreau les notificó "con una semana de antelación" el despliegue que realizó la Marina de EE.UU. en el Caribe y el Pacífico Oriental para supuestamente evitar el contrabando en medio de la pandemia del coronavirus. "Todo se ejecutó tal cual él lo había descrito. Eso nos daba la sensación de que estábamos protegidos", agregó.
En este sentido, Goudreau les pidió que confiaran "en su gobierno y en su Jefe, que era el presidente de EE.UU., Donald Trump", pues "él estaba en cuenta de todo este procedimiento".
Asimismo, Sequea afirmó que el exboina verde les informó que la operación tendría "basamento legal", a través de un contrato firmado entre su empresa privada, Silvercorp USA, y Guaidó.
Contactos con Simonovis
Por último, el capitán afirmó haber recibido varias llamadas del "comisionado especial de seguridad e inteligencia de Guaidó, Iván Simonovis", quien le solicitó reportar cualquier novedad de la operación en curso.
"Me dijo que si tuviese la oportunidad de estar en el terreno, él lo estaría, pero por sus limitaciones no podía", señaló Sequea, quien agregó que días después recibió una foto de Simonovis con Trump.
La foto surgió de una reunión reseñada el 13 de febrero por el equipo de prensa de Guaidó, que detalló que el encuentro había servido "para adelantar sobre las próximas medidas" que pretendían ejecutar contra el gobierno venezolano.
Simonovis, quien fue liberado ilegalmente por Guaidó en mayo del 2019, es un excomisario condenado a 30 años de cárcel por "complicidad necesaria en la ejecución dehomicidio calificado consumado" en las muertes de manifestantes, que se produjeron en medio del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.
Rusia tiene disposición de apoyar a Venezuela a investigar incursión fallida de mercenarios
12 mayo, 2020 23:14
12 mayo, 2020 23:14
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Rusia está dispuesta a ayudar a Venezuela a investigar la fallida incursión marítima que tuvo lugar el 3 de mayo si Caracas lo solicita, declaró el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
«Nuestros servicios de inteligencia están en contacto, y si en virtud de acuerdos correspondientes se recibe una solicitud de asistencia, por supuesto, se considerará», dijo Lavrov en una rueda de prensa celebrada tras la videoconferencia del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Independientes.
La madrugada del 3 de mayo, militares venezolanos detectaron dos lanchas en la costa norte, a 20 minutos de Caracas, en las cuales se trasladaban presuntos mercenarios que pretendían infiltrarse en el territorio venezolano, según las autoridades.
Un día después, en las costas del estado Aragua fueron capturados dos mercenarios estadounidenses juto a un grupo de 6 personas más quienes confesaron que llegaron a territorio venezolano con la intensión de asesinar al presidente Nicolás Maduro.
El ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, presentó un vídeo en el que se escucha el audio de una presunta conversación entre Guaidó, el exmilitar norteamericano Jordan Goudreau, contratista de Silvercorp, y el diputado opositor Sergio Vergara, en la que hablan sobre los detalles del contrato para derrocar a Maduro.
Hasta la fecha han sido detenidas más de 30 personas supuestamente involucradas en la incursión marítima.
CARACAS (Sputnik) — Uno de los detenidos por la fallida incursión marítima que se registró en Venezuela, el capitán Antonio Sequea Torres, confesó a las autoridades venezolanas que el diputado opositor Juan Guaidó se reunió en la Casa Blanca en marzo con Jordan Goudreau, uno de los "mercenarios" estadounidenses capturados por el Gobierno.
"Este señor, Sequea, señala que Jordan Goudreau, el jefe de Silvercorp, se reunió con Juan Guaidó en las instalaciones de la Casa Blanca, con motivo de la visita que Guaidó hizo a Donald Trump (presidente de EEEUU) a mediados de marzo (…) y que fue ratificado como jefe militar de la operación", indicó el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez a través del canal estatal Venezolana de Televisión.
Tras mostrar varios vídeos con el testimonio de Sequea, el funcionario venezolano aseguró que el plan para ingresar por vía marítima a Venezuela comenzó a planificarse en el mes de marzo, con el apoyo de Trump y el mandatario de Colombia, Iván Duque.
"Es decir, es en marzo que la Casa Blanca activa esta acción contra Venezuela, ya había ocurrido la reunión entre Donald Trump y Guaidó, ya había ocurrido la reunión entre Iván Duque y Donald Trump y Duque seguramente informó de estas operaciones que estaban transcurriendo en territorio norteamericano", agregó.
Según indicó Sequea en el video, a mediados de marzo, cuando viaja Guaidó a Colombia, que hace la gira que llega a EEUU, Jordan Goudreau pasa un tiempo sin comunicarse con los otros integrantes de la operación denominada Gedeón, y cuando los llamó fue para notificarles que Guaidó lo había ratificado como asesor militar para Venezuela.
Rodríguez ratificó a Guaidó como jefe de la acción del pasado 3 de mayo.
Además, acusó a la Administración de Control de Drogas (DEA) de utilizar a presuntos narcotraficantes para atacar a su país, atentar contra la vida del presidente, sus familias, figuras del Gobierno y políticos opositores.
La madrugada del domingo 3, militares venezolanos detectaron dos lanchas en la costa norte, específicamente en la zona de Macuto, estado La Guaira, a 20 minutos de Caracas, en los cuales se trasladaban presuntos mercenarios.
El operativo dejó ocho muertos entre los que se encuentra el capitán Robert Colina, alias "Pantera", a quien el Gobierno había acusado semanas antes de estar implicado en planes de desestabilización promovidos desde Colombia.
De acuerdo al fiscal general, Tarek William Saab, fueron incautados 10 fusiles, pistolas de alto calibre, seis camionetas y cartuchos de varios calibres.
Hasta el momento fueron capturados más de 30 implicados en estos hechos en varias regiones del país.
Venezuela anuncia la detención de otro implicado en el fallido plan de incursión marítima
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Las fuerzas de seguridad de Venezuela informaron sobre la captura de otro mercenario, presuntamente involucrado en la fallida incursión al país sudamericano, denominada 'Operación Gedeón', ocurrida el pasado 3 de mayo.
La captura fue hecha en la zona montañosa de Petaquirito, en el estado de la Guaira —entidad donde hubo el intento de incursión—, por miembros de la Octava Brigada de Comandos de Mar de la Armada Bolivariana (AB), uno de los cinco componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
En esa misma zona de Petaquirito ya habían sido capturados el pasado 10 de mayo otros ocho mercenarios,informóla Armada Bolivariana ese día.
Entre esos aprehendidos está el sobrino del mayor general en retiro Clíver Alcalá Cordones, deportado a EE.UU. tras ser acusado de narcotráfico y admitir sus planes de movilizar armas a territorio venezolano, con apoyo del diputado opositor Juan Guaidó, para asesinar al presidente Nicolás Maduro y altos funcionarios del chavismo.
Otros mercenarios detenidos
Hasta este martes, según información oficial, la cifra de detenidos por presuntamente estar involucrados en estos hechos era de 40, con la nueva captura ya son 41.
Las últimas detenciones ocurrieron este martes 12 de mayo en la Colonia Tovar, en el estado Aragua. En el lugar fueron aprehendidos dos mercenarios, entre ellos un exsargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Entre los detenidos, en operaciones previas, están Luke Denman y Airan Berry, dos exmilitares de las Fuerzas Especiales de EE.UU., veteranos de guerra y oriundos de Texas.
Ambos confesaron haber sido contratados por Silvercorp USA, la empresa que llevó a cabo la fallida operación, y revelaron que participaron en el entrenamiento de 60 mercenarios en tres campamentos en Riohacha, al norte de Colombia. También han dicho que el plan del grupo era tomar los aeropuertos para "lograr los objetivos específicos" y "asesinar" al presidente Maduro.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó que los ciudadanos estadounidenses detenidos serán imputados por "terrorismo, conspiración, tráfico ilícito de armas de guerra y asociación ilícita".
Entretanto, los ciudadanos venezolanos serán procesados por los cargos de "conspiración con gobierno extranjero, terrorismo, traición a la patria, rebelión, tráfico ilícito de armas de guerra, financiamiento al terrorismo y asociación ilícita".
Las secuelas de la Operación Gedeón: El impacto en Colombia de una incursión fracasada
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El 26 de marzo se descubrió un plan de incursión militar sobre Venezuela desde Colombia, donde participaban militares venezolanos y asesores norteamericanos, y se supo de la existencia de un contrato firmado entre esas partes, el diputado opositor Juan Guaidó y funcionarios de su interinato, como Juan José Rendón y Sergio Vergara.
Toda esta información fue presentada por el mayor general retirado venezolano Clíver Alcalá desde su casa en Barranquilla, Colombia, como reacción a su incorporación en la lista de funcionarios buscados por el departamento de justicia de EE.UU. El diálogo con el periodista de W. Radio fue así:
C.A.: Yo estoy hablando con el gobierno colombiano, a través de la Dirección Nacional de Inteligencia y me hice responsable ante ellos de esas armas.
Periodista: ¿Eso quiere decir que alguna autoridad colombiana tenía conocimiento de lo que usted estaba haciendo con esas armas?
C.A.: por supuesto.
Una operación huérfana
El militar retirado se refiere en la entrevista a un lote de armas incautadas dos días antes en el noreste colombiano, específicamente en la vía Ciénega-Barranquilla, entre los que se contaban 26 fusiles de asalto AR-15 y diversos accesorios militares, como visores nocturnos y silenciadores de fusiles.
También mencionó que las armas iban dirigidas a alias 'Pantera', un oficial que operaba bajo su mando.
Cuando en la madrugada del 3 de mayo se conoció la incursión marítima a Venezuela de un grupo armado por Macuto y Chuao, en el centro norte costero, por medio de dos lanchas rápidas, enseguida se interpretó que se trataba de aquella operación develada en marzo, especialmente porque entre la lista de los ocho muertos figuraba 'Pantera'. Durante varios días siguieron las capturas de personas que participaban en la operación y entre los detenidos se sumó un sobrino de Clíver Alcalá.
Digamos que políticamente fue una operación huérfana. Ningún actor importante la asumió y desde el presidente de EE.UU., Donald Trump, hasta Guaidó, pasando por el mandatario colombiano, Iván Duque, todos negaron alguna participación en la acción.
Sin embargo, todos fueron interpelados por el hecho y la mediática internacional tuvo una actitud de condena y de duda sobre si estos actores habían o no participado realmente. De hecho, Guaidó tuvo que aceptar la renuncia de dos funcionarios de su interinato, entre ellos su director de estrategia, J.J. Rendón, firmante del contrato al que hacía mención Clíver Alcalá, y que el día de la incursión sería publicado por el propio Jordan Goudreau, líder de la contratista militar Silvercorp, quien se responsabilizaba del hecho. Ahora se entendía quiénes eran los asesores norteamericanos de los que hablaba el mayor general retirado.
En Venezuela, Guaidó acusó el golpe aceptando las renuncias de los "funcionarios" de su entorno que firmaron el contrato con Goudreau. En EE.UU. tres senadores del comité de relaciones exteriores del senado pidieron explicaciones a su gobierno y Trump ha tenido que responder a cuestionamientos sobre su posible participación en el hecho. ¿Y en Colombia, dónde se preparó la acción, tendrá su fracaso algún impacto o será apenas un escándalo más?
¿Habrá reacciones en Colombia?
La operación Gedeón fue ejecutada desde Colombia, según las evidencias arriba expuestas, los testimonios de los estadounidenses capturados y las innumerables denuncias del gobierno venezolano. Su fracaso puede parecer para el gobierno de Duque lo que en lenguaje popular se resume como "una raya más pa'l tigre".
Duque ha ido de escándalo en escándalo desde el comienzo de su gobierno. El mismo Trump lo ha responsabilizado del aumento del narcotráfico. En marzo pasado reventó un escándalo sobre compra de votos por parte de alias 'el Ñeñe', un narcotraficante con vinculación pública con el presidente colombiano, que le colaboró durante su campaña electoral.
Cuando todavía no terminan de aflorar las informaciones y consecuencias de la operación Gedeón, uno de los capturados delató que alias 'Doble Rueda', un jefe narcotraficante cuyo pedido de extradición por EE.UU. ocurrió en diciembre, opera desde su finca sin clandestinidad alguna.
El pasado martes, en rueda de prensa, el ministro de comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, divulgó varios videos de las delaciones de los militares capturados, que hablan de la relación de la operación con narcotraficantes. También se hicieron públicas las supuestas coordenadas donde opera este jefe de la droga, con lo que se lanza una interpelación para su captura.