Ni Pekín ni Washington: "Un tercer jugador podría ganar la guerra económica entre EE.UU. y China"
Publicado: 17 ago 2017 20:35 GMT
El estratega de la Casa Blanca afirma que la confrontación económica entre China y EE.UU. podría acabar con una derrota para el último, mientras que Pekín contesta que "en una guerra comercial no hay un ganador". ¿Qué opinan los expertos?
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A inicios de semana, Donald Trump autorizó una investigación contra China por supuestos casos de robo de propiedad intelectual. Su consejero y jefe de estrategia aseveró que la "guerra económica" podría acabar con una derrota para EE.UU., mientras que Pekín contestó que "en una guerra comercial no hay un ganador". ¿Qué opinan los expertos?
EE.UU.: "Uno de los dos asumirá la hegemonía"
Washington se encuentra en plena "guerra económica" con Pekín y no es de descartar que ello podría acabar para EE.UU. en una derrota de la cual no sería capaz de recuperarse, afirmó Stephen Bannon, alto consejero y jefe de estrategia del presidente estadounidense Donald Trump.
En una entrevista con la revista 'The American Prospect' Bannon aseveró que "uno de los dos asumirá la hegemonía en 25 o 30 años, y si seguimos por este camino, van a ser ellos".
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Aquel a quienes algunos llaman 'el verdadero amo de la Casa Blanca' dejó claro que, para él, la guerra económica con Pekín "lo es todo". "Tenemos que estar maníacamente centrados en ella. Si seguimos perdiéndola, estaremos a cinco años de distancia, diez años como máximo, de llegar a un punto de inflexión del que nunca podremos recuperarnos", advirtió Bannon.
China: "En una guerra comercial no hay un ganador"
En respuesta a estos comentarios, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, Hua Chunying, ha asegurado este jueves que "en una guerra comercial no hay un ganador" y ha llamado al diálogo para "preservar el crecimiento sólido y continuado de las relaciones entre China y EE.UU.".
Asimismo, Hua ha expresado su esperanza en que "las personas pertinentes eviten abordar un problema del siglo XXI con una mentalidad del siglo XIX o XX".
Expertos: "Podría ganar un tercero"
Por su parte, el politólogo ruso y director general del Centro de Información Política Alexéi Mujin señala a RT que ya hay en marcha una guerra comercial entre Washington y Pekín.
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"Tan pronto como China designó el yuan como una moneda de libre uso, y anunció en el último foro de Davos sus ambiciones políticas y económicas, comenzó una confrontación comercial abierta con EE.UU.", opina el experto, quien explica que Washington "es muy sensible" acerca de cualquier intento de cuestionar su papel de "país que decide los principios del comercio internacional".
El politólogo califica de "muy vagas" las perspectivas de confrontación entre los dos países, ya que por un lado son competidores, pero por el otro son como "vasos comunicantes" en el sentido económico. "Por lo tanto, China y EE.UU. están condenados a llegar a un acuerdo", estima el analista añadiendo que "la pregunta es en qué medida van a ser capaces de hacer concesiones uno al otro a la hora de repartir los mercados mundiales".
A su vez, el miembro de la Asociación de expertos y consultores políticos Kirill Kóktysh pronostica en declaraciones a RT que si la guerra económica se prolonga, "un tercero, por ejemplo, la India", podría beneficiarse de la confrontación entre las dos potencias.
Este analista detalla que en un choque entre "dos agentes económicos, cada uno de los cuales es lo suficientemente experimentado, sofisticado y prudente", gana "un tercer jugador", que no está involucrado en la confrontación y se queda aparte para luego "ocupar el espacio" vacíoo que dejará la colisión.
El S&P 500 y el NASDAQ también han experimentado descensos del 2,1 %.
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Brendan McDermid / Reuters
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El promedio industrial Dow Jones se ha desplomado este 20 de noviembre al perder 616 puntos (un 2,5 %), hasta situarse en 24.400 puntos. Esa brusca caída ha provocado que perdiera todas las ganancias que alcanzó durante 2018, informa AP.
Por su parte, en el índice S&P 500 también se han evaporado todas las ganancias del año al perder 56 puntos (un 2,1 %), una depreciación que lo ha situado en 2.634 puntos. Asimismo, el NASDAQ ha experimentado un declive de 147 puntos (un 2,1 %), hasta 6.881.
Al mismo tiempo, grandes empresas tecnológicas han experimentado un declive este martes. Así, Apple ha perdido un 4,7 %, mientras que Amazon ha caído un 1 % y Netflix un 0,4 %.
En ese contexto, Craig Callahan, el presidente de Icon Funs, citado por la cadena CNBC, indicó que las caídas de las cotizaciones determinan una preocupación esencial: que los factores que provocaron el declive en octubre se mantengan y lleven a "una desaceleración económica".
Asimismo, Dario Perkins, de TS Lombard, afirmó que la debilidad del sector tecnológico "podría tener un impacto significativo en la economía global". En su opinión, las pérdidas del quinteto FAANG —Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google— "podrían socavar el mercado de valores más amplio de EE.UU."
Un relator de la ONU en cuestiones de pobreza y derechos humanos estudió el impacto de uno de los programas de austeridad más extremos entre las economías avanzadas y llegó a conclusiones desoladoras.
Darren Staples / Reuters
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Un informe devastador de la ONU sobre la pobreza en el Reino Unido proporciona pruebas irrefutables de que el verdadero enemigo de los ciudadanos británicos es su propia clase dominante, que a su vez ha estado intentando convencerles en los últimos años de que su enemigo es Rusia, indica el columnista John Wight en su nuevo artículo para RT.
El profesor Philip Alston recorrió como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, el país durante dos semanas para investigar el impacto de ocho años de uno de los programas de austeridad más extremos implantados entre las economías avanzadas del G20 en respuesta a la crisis financiera de 2008 y la subsiguiente recesión mundial.
"Lo que encontró fue evidencia de una guerra económica sistemática, voluntaria, concertada y brutal desatada por la clase dirigente conservadora de derechas del país contra el sector más pobre y vulnerable de la sociedad británica, que arruinó las vidas de millones de personas que no fueron responsables de la mencionada recesión, pero se vieron obligadas a pagar por ella", describió Wight.
"Parece claramente injusto y contrario a los valores británicos que tantas personas vivan en la pobreza. Esto es obvio para cualquiera que abra los ojos para ver el inmenso crecimiento de los bancos de alimentos y las colas que esperan afuera, la gente que duerme en las calles, el incremento de personas sin hogar, el sentimiento de profunda desesperación que lleva incluso al Gobierno a designar un ministro de Prevención del Suicidio y a la sociedad civil reportar a fondo sobre niveles inauditos de soledad y aislamiento", reza la introducción del informe, publicado este 16 de noviembre.
En total, 14 millones de personas en el Reino Unido viven ahora en la pobreza, una cifra que supone una quinta parte de su población, destaca Wight. Cuatro millones de ellos son niños, mientras que, según el profesor Alston, 1,5 millones de personas se encuentran en situación de desamparo, es decir, sin capacidad para cubrir las necesidades básicas de la vida.
Parece claramente injusto y contrario a los valores británicos que tantas personas vivan en la pobreza.
"Y esto es lo que la clase dominante de la quinta economía más grande del mundo, un país que pasea por el escenario mundial como un pilar de la democracia y los derechos humanos, considera el progreso", escribe el columnista.
"La compasión británica por los que sufren ha sido reemplazada por un enfoque punitivo, mezquino y a menudo cruel, aparentemente diseñado para inculcar disciplina donde es menos útil, imponer un orden rígido en las vidas de aquellos menos capaces de hacer frente al mundo de hoy en día", concluye el profesor Alston.
"La austeridad no es y nunca ha sido una respuesta económica viable a la recesión en una economía determinada. En cambio, es un club ideológico que se ejerce en nombre de las grandes y ricas empresas para garantizar que el precio pagado por dicha recesión económica sea asumido exclusivamente por los menos capaces de soportarlo, es decir, los pobres y los trabajadores", señala por su parte Wight, que lamenta que esta "guerra de clases" se presente como una "política gubernamental legítima".
El dólar cae respecto a casi todas las principales monedas del mundo. Los inversores respondieron de inmediato, pero los analistas están seguros de que el verdadero colapso de la moneda estadounidense aún está por llegar, señala Natalia Dembínskaya, columnista de Sputnik.
La semana pasada, el dólar se vio afectado por las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Stephen Mnuchin, que apoyaban el debilitamiento de la moneda de EEUU. Otro golpe inesperado fue asestado por el diario de negocios estadounidense The Wall Street Journal, que se unió a los ataques de Trump contra la Reserva Federal y la llamó a "calmarse" y dejar de subir las tasas.
Pero, por supuesto, el problema no está solo en esta publicación.
"Después de que los economistas comenzaran a hablar de que se agotaba el efecto de los incentivos fiscales y comenzaba a desacelerarse la economía de Estados Unidos, las declaraciones de funcionarios y expertos comenzaron a inclinar la balanza a favor de la reducción de la tasa de interés del Sistema de la Reserva Federal (Fed). Finalmente, la balanza se inclinó bruscamente, lo que llevó a un debilitamiento de la moneda estadounidense", explicó Andréi Vérnikov, director general adjunto de análisis de inversiones de Zerich Capital Management.
Este año, el regulador estadounidense elevó la tasa tres veces. El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal condujo a un aumento en el rendimiento de los bonos del Gobierno estadounidense a largo plazo, un aumento en las tasas hipotecarias y, como resultado, una disminución en el volumen de compras de bienes raíces.
El presidente estadounidense no está de acuerdo con la política actual del regulador financiero. En octubre, Trump calificó a la Reserva Federal como la principal amenaza para la economía. También se quejó de que la Fed, que actúa como Banco Central, sea una estructura independiente, y la Casa Blanca no tenga palancas de presión sobre ella.
Cuando la Fed aumenta las tasas de interés o implementa otras medidas para restringir la política monetaria, hay menos 'dinero barato' en el sistema financiero.
Cuanto más altas son las tasas de interés, mayor es el costo de los préstamos para el negocio. Esto significa que los empresarios no aumentan los salarios, invierten menos y los accionistas obtienen menos ganancias. Como resultado, las acciones de las empresas pierden su atractivo.
Al aumentar las tasas de interés, la Reserva Federal contribuye a un aumento en el rendimiento de los bonos del Tesoro, en particular los de diez años, a los que están vinculados los tipos de interés de los préstamos bancarios y las hipotecas. En consecuencia, el poder adquisitivo de la población disminuye.
El alto rendimiento permite atraer más dinero de los mercados emergentes a la economía. Pero hay un reverso de la medalla. Bank of America Merrill Lynch ya ha advertido: las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal tendrán un impacto significativo en el crecimiento. Todo este año, los inversores están vendiendo los valores de mercados emergentes a causa del alza de la tasa de la Fed, que busca fortalecer el dólar.
Recientemente, el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, comentó al canal CNBC que hay "algunas evidencias" de que el crecimiento de la economía global se está ralentizando.
El rendimiento de los bonos de EEUU a dos y tres años superó el costo de los títulos públicos a cinco años, por primera vez desde 2007. Esto se conoce como la reversión en la curva de rendimiento y se considera un indicador de recesión futura.
Una reversión aparece en la curva de rendimiento de los papeles del Tesoro de EEUU: el rendimiento de los valores más cortos superó las tasas de los más largos. Los inversores le prestaron atención porque tal situación en el mercado de deuda podría preceder a una recesión económica, informa el periódico financiero ruso RBC tras analizar un gráfico elaborado por Bloomberg.
La diferencia entre los rendimientos de los valores estadounidenses a cinco y dos años el 3 de diciembre se volvió negativa por primera vez desde junio de 2007. Lo mismo sucedió con la diferencia entre los papeles a cinco y tres años.
Para el 4 de diciembre, el diferencial negativo se mantenía: los rendimientos de los bonos gubernamentales de dos y tres años superaban entre 1 y 1,5 puntos básicos —el punto básico es una centésima parte de un punto porcentual— el rendimiento de los bonos del Tesoro a cinco años.
Normalmente, los rendimientos de los bonos más largos son más altos que los rendimientos de los más cortos, ya que el riesgo de pérdidas al invertir durante un período más largo es mayor que en un período corto. Los inversionistas exigen una prima por este riesgo. Pero si los inversores venden valores a corto plazo más rápido que los valores a largo plazo, puede producirse una reversión, resalta el RBC. Esto significa que el mercado generalmente teme un aumento excesivo en las tasas de interés.
La Reserva Federal de EEUU aumentó su tasa clave ocho veces desde fines de 2015. 25 puntos básicos en cada oportunidad. En diciembre, se espera otro aumento.
Sin embargo, los inversionistas y los analistas de mercados financieros le dan más importancia a la diferencia en los rendimientos entre los valores de 10 años y dos años. El 3 de diciembre, la rentabilidad de los valores a diez años superó el rendimiento de los valores a dos años en solo 14 puntos básicos, la diferencia más pequeña desde julio de 2007, señala Reuters.
La reversión de los rendimientos entre los valores a diez y dos años precedió a cada una de las nueve recesiones estadounidenses desde 1955. Estas solían aparecer con un retraso de seis a 24 meses, señalan en el Banco de la Reserva Federal de San Francisco. Esta recesión puede ocurrir antes de fin de año o a principios de 2019, según pronosticó a CNBC Ian Lingen de BMO Capital Markets.
Meng Wanzhou, cuya extradición es solicitada por EE.UU., fue detenida en Vancouver bajo sospecha de haber violado las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Irán.
Morris Mac Matzen / Reuters
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La embajada china en Canadá ha expresado su protesta contra el arresto de la directora financiera de la compañía Huawei, Meng Wanzhou, en el país norteamericano y exige su liberación.
"La parte china se opone firmemente y protesta enérgicamente contra este tipo de acciones que perjudican gravemente los derechos humanos de la víctima. La parte china ha presentado severas quejas ante la parte estadounidense y canadiense, y les ha instado a que corrijan inmediatamente las irregularidades y restauren la libertad personal de Meng Wanzhou", dice el comunicado, publicado en la página oficial de la misión diplomática china.
Wanzhou, cuya extradición es solicitada por EE.UU., fue detenida el 1 de diciembre en Vancouver bajo sospecha de haber violado las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Irán.
The Wall Street Journal, por su parte, informó en abril que las autoridades estadounidenses han estado investigando al gigante de las telecomunicaciones chino al menos desde 2016 por presuntamente suministrar productos de origen estadounidense a la República Islámica y otros países en violación de las leyes de exportación y sanciones de EE.UU.
En este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy hablan de un análisis del G20 que señala el tema del "adiós al imperio estadounidense", mientras los Estados buscan su independencia de una superpotencia cada vez más abusona y errática. En la segunda parte, Max prosigue su entrevista a Caitlin Long, veterana banquera y actual defensora de las criptodivisas, sobre lo que aportará Wall Street al bitcóin y cómo la comunidad de las criptodivisas puede evitar que estas sean financierizadas.
Los presentadores inician el programa citando un artículo de la revista Strategic-Culture bajo el titular: 'Adiós al imperio estadounidense', dedicado a la reciente cumbre del G20 celebrada en Argentina. Eventos como la crisis financiera y económica, la guerra contra el terrorismo, entre otras, tienen que ver con la desintegración del imperio, opina Stacy.
Hasta la cumbre de Buenos Aires, EE.UU. y China se encontraban en una guerra comercial. Pekín advirtió a Washington de que las guerras comerciales desembocan en conflictos reales. Las partes ahora se encuentran en una tregua de 90 días, pero según Strategic-Culture, "el problema es que Washington pide lo imposible".
"Es como si EE.UU. quisiera que China volviera a un pasado imaginario donde existiera un sólido capitalismo estadounidense, pero no está en manos de Pekín hacer algo así. La economía global se ha apartado estructuralmente del dominio estadounidense, el timón de la producción y el crecimientoestán en el dominio chino".
En la segunda parte el programa trata sobre las criptodivisas, en las que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. se están involucrando cada vez más. En esa entidad "siempre se dijo que todas las criptodivisas, excepto el bitcóin, son valores. Ahora ya no piensan así y están abriéndole la puerta a un cambio total de concepto", asegura Jay Clayton.
Puede que esas monedas digitales fueran valores al principio, sin embargo, el ethereum, al igual que el bitcóin, se han descentralizado tanto que "ya no es un valor". "Por supuesto, existe un avance en la obtención de financiación para el bitcóin a través de productos tradicionales de Wall Street, como fondos de inversión cotizados o recibos de depósito. Aunque no parece que los fondos de inversión cotizados se vayan a aprobar muy pronto", comenta Clayton.
Muy pocas veces las autoridades estadounidenses habían experimentado una humillación tan clara y contundente en la arena internacional como la que recibieron en las recientes negociaciones sostenidas por el grupo OPEP+ en Viena, opina el columnista de Sputnik Iván Danílov.
Según el autor, la principal pregunta en esta reunión que se celebró el 5 de diciembre en la capital austriaca fue: ¿cuán listos estaban los participantes de la OPEP+ para ir en contra de la voluntad de EEUU?
"Esta pregunta fue especialmente importante en el contexto de las amenazas que las sanciones y las herramientas de influencia de EEUU podrían representar para los participantes [de la OPEP+] tras la posible aprobación de la llamada Ley Contra Cárteles de Producción y Exportación de Petróleo —o NOPEC, por sus siglas en inglés—", escribe Danilov en su artículo para Sputnik.
Una vez aprobada, NOPEC permitiría al Gobierno de EEUU presentar demandas antimonopólicas en los tribunales estadounidenses contra los participantes de los cárteles petroleros.
El columnista recuerda que antes de la reunión celebrada en Viena, Donald Trump presentó sus demandas a través de un tuit.
"¡Ojalá la OPEP siga manteniendo los flujos de petróleo tan como están, no restringidos. El mundo no quiere ver, ni necesita, el aumento de los precios de crudo!", escribió el mandatario estadounidense.
Según el periodista ruso, este no fue el único método que las autoridades estadounidenses emplearon para influir en los participantes del grupo OPEP+ y especialmente en Arabia Saudí. También lo trataron de hacer a través de encuentros de alto nivel.
Así, el enviado especial estadounidense para Irán, Brian Hook, viajó personalmente a Viena para sostener "una conversación educativa" con el ministro de energía de Arabia Saudí, Khalid Falih.
"Donald Trump decidió jugar un 'póker' geopolítico contra el grupo OPEP+ y varias veces elevó sus apuestas esperando a que se rompiese la resistencia de los participantes del cartel petrolero. No obstante, pasó lo más injurioso que podría pasar con un jugador: su 'bluf' fue descubierto y sus oponentes geopolíticos compartieron trofeos", ironiza el autor del artículo.
Como consecuencia el resultado de la reunión en Viena sorprendió a los medios de comunicación occidentales, destaca Danílov. Los participantes finalmente acordaronreducir la producción de petróleo en 1,2 millones de barriles diarios.
El columnista considera que "la influencia política de Rusia y su sólida postura" desempeñaron un papel importante en la toma de esta decisión.
Una hora antes de la final de las negociaciones el corresponsal de la agencia Bloomberg, Javier Blas, escribió en su cuenta en Twitter que el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, estaba tratando de negociar el acuerdo con el ministro de Petróleo iraní, Biyán Zangané.
"Es otra señal que indica cuán influyente (…) es Moscú hoy en día en los asuntos de la OPEP. Si el acuerdo se alcanza, será gracias a Nóvak", escribió Blas.
Tras dos días de duras negociaciones se dio una respuesta clara: " los participantes del grupo OPEP+ están listos para ignorar las exigencias directas del hegemón mundial", escribe Danílov.
Mientras Rusia trataba de persuadir a los miembros de la OPEP de la necesidad de reducir la producción de petróleo por medio de las negociaciones, EEUU acudió al engaño para lograr sus objetivos.
El periodista ruso recuerda que varios meses antes de las negociaciones en Viena Donald Trump pidió a Arabia Saudí "aumentar la producción de petróleo" para compensar la "disfunción" en Irán y Venezuela.
Según Danílov, su "engaño" consistía en el hecho que por un lado Trump decía al público que las exportaciones de petróleo de Irán habían sido reducidas a cero y por otro, a espaldas de sus socios árabes, concedía exenciones de las sanciones estadounidenses para los importadores clave del petróleo iraní.
"El [principal] problema de Trump consiste en que la única reacción que puede dar es escribir un par de tuits furiosos y nada más. (…) Cuánto más ruido haga acerca de los precios de crudo, más jugadores en la arena política mundial empezarán a entender que sus posibilidades de influir en Moscú y Riad son extremadamente limitadas", enfatiza.
Además, Danílov considera que si Washington empieza a presionar activamente a Arabia Saudí y Rusia, solo acelerará el desmantelamiento del sistema petrodólar.
"Sus intentos de usar su cuenta en Twitter como mando de control sobre la realidad están fracasando y es una clara señal de que el imperio estadounidense poco a poco se acerca a su ocaso", concluye.
El Dow Jones y el NASDAQ experimentaron su peor caída desde 2008, mientras que el S&P 500 registró su valor mínimo desde 2011. Un célebre experto habla de "burbuja gigantesca" que comienza a resquebrajarse.
Bolsa de Nueva York (NYSE).
Spencer Platt / Gettyimages.ru
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Wall Street tuvo su peor semana en los últimos 10 años, con fuertes caídas de sus principales indicadores.
El promedio industrial Dow Jones se desplomó varias veces durante los últimos siete días, y tras una pérdida total de 1.655 puntos (6,8 %) registró su peor caída desde octubre de 2008. El valor del índice se vio afectado por el anunciode la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sobre el aumento de la tasa de interés en 0,25 %, que pasó de 2,25 % a 2,5 %. Tras esa crucial decisión, el indicador industrial prosiguió su hundimiento y este 21 de diciembre perdió 414 puntos al cierre, hasta situarse en 22.445, informa CNBC.
No solo el Dow Jones, sino también el S&P 500 y el compuesto de NASDAQ mostraron la inestabilidad presente durante la semana y la terminaron con descensos de 7 % y 8,3 %, respectivamente. Este viernes, el S&P 500, que registró su valor mínimo desde agosto de 2011, cerró la jornada con pérdida de un 2,1 % y se situó en 2.416, mientras que el NASDAQ se ubicó en 6.332 tras caer un 2,99 %. Así, ese último índice se desplomó por debajo de su nivel de noviembre de 2008.
"Estoy viendo la economía estadounidense implosionar y nos enfrentamos a un montón de problemas", afirmó en ese contexto Peter Schiff, famoso estratega corredor de bolsa y director ejecutivo de Euro Pacific Capital. El experto aseguró que la nueva crisis será peor que las anteriores, porque, afirmó, los políticos financieros han encubierto problemas y a la vez la economía será incapaz de lidiar con mayores tasas de interés tras una década de dinero barato.
"Los mercados están empezando a resquebrajarse, mientras que la deuda se está volviendo más cara. Hemos construido esta burbuja gigantesca sobre una cantidad sin precedentes de dinero barato y una flexibilización cuantitativa, y la resaca será mucho peor", indicó.
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy hablan del 'peor diciembre desde la Gran Depresión' para los mercados financieros. ¿Cuánto aguantará el intento de la Reserva Federal de desmontar la estafa Ponzi aumentando las tasas de interés a costa del declive de los mercados? En la segunda parte Max entrevista a Mitch Feierstein, de PlanetPonzi.com, sobre por qué la Reserva Federal ha subido las tasas de interés, cuánto tardará en bajarlas y si habrá flexibilización cuantitativa en el 2019.
En este episodio, Max y Stacy analizan la actual decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, que el pasado 20 de diciembre subió las tasas de interés un 0,25 %. Una decisión que, según Max, continúa siendo "un intento por desmontar la estafa Ponzi", una operación fraudulenta que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores.
Jerome Powell, actual director de la Reserva Federal, fue el responsable de subir los tipos de interés esta semana, a pesar de las presiones del presidente Donald Trump, advirtiendo que esto hundirá la economía. Su decisión ha provocado una ola de críticas y se produce en el peor diciembre para el índice Standard & Poor's 500, desde la Gran Depresión de 1931.
No obstante, Stacy considera que el verdadero inconveniente es que se han registrado las "peores acciones de venta masiva del mercado de valores desde 1931 en diciembre y la gente esperaba lo contrario". Se esperaba que las acciones subieran como suelen hacerlo en estas fechas, pero al parecer los 10 años de mercado alcista "están llegando a su fin, y el ambiente de inversión y negocio va a experimentar un cambio radical y duradero", subraya, citando al portal MarketWatch.
En opinión de la presentadora, la economía global gira alrededor de una "infraestructura mundial de deuda" lo cual cada vez sale más barato. "Aquí está la Reserva Federal actualmente; es incapaz de llegar tan alto sin provocar una venta masiva del mercado", añade.
Cambio de ciclo
Hablando de un mercado de bonos alcista durante 37 años que puede estar acabándose, Max cree que si la Reserva Federal decide devolverle "algo de integridad al dinero fíat o al dólar estadounidense", deberá subir los intereses y, entonces, "los mercados podrían reducirse a la mitad e ingresar en un largo periodo de 70 años de depreciación normalizado".
"Está claro que la Reserva Federal necesita subir los intereses, ya que el mercado ha comenzado a derrumbarse y van a tener que irse a otro lado", añade Stacy.
En opinión, el actual fenómeno replica a la crisis crediticia de 2007, cuando las recompras de acciones habían alcanzado una tasa récord, al igual que ahora. Desde ese año, las tasas no habían estado tan altas, cuando las empresas no paraban de comprar sus propias acciones para que todo pareciera normal, que "no se avecinaba ningún desplome".
"Apple acaba de invertir decenas de miles de millones en el tercer o cuarto trimestre en una recompra de acciones que se está evaporando debido a la bajada", agrega Stacy.
Para Max un punto crucial del problema es la actitud de los bancos centrales de "ir rescatando" a los bancos que han concedido malos préstamo, "socializado todas sus pérdidas a través del gobierno".
"En el capitalismo, si tomas una decisión empresarial desacertada, la voracidad de los mercados acabará contigo. Si se rescata a los bancos que han concedido malos préstamos, como los de alto riesgo, durante años y años, se acaba con el capitalismo de Estados Unidos", asevera el presentador.
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy hablan del desplome de la capitalización de mercado del Deutsche Bank y lo que eso significa para el futuro de Europa. También comentan las palabras de algunos banqueros, que acusan a las noticias falsas y los algoritmos de "deprimir los mercados". En la segunda parte Max sigue entrevistando al doctor Michael Hudson sobre la historia de las condonaciones de deuda y el aumento del populismo y el fascismo cuando existen deudas que no se perdonan.
Como sucedió en 2008 con la crisis económica provocada por la burbuja inmobiliaria, Max y Stacy pronostican que la próxima "estallará con la quiebra del Deutsche Bank", el hasta ahora banco más importante de la economía más importante de Europa, Alemania. "Puede ser lo que acabe con el proyecto de la Unión Europea", opinó Stacy. La entidad está hoy valuada en apenas 15.000 millones de euros. Pero, según Max, "si tenemos en cuenta que no tienen mercado (porque nadie quiere comprarlos), su valor es exactamente cero".
Asimismo señalaron que todas las acciones de los bancos están en retroceso y recordaron que algunos directivos, como Marko Kolanovic de la JP Morgan, culpan de esto a las fake news y los algoritmos. Si bien es cierto que se estima que el 80% de las transacciones bursátiles en EE.UU. son realizadas por computadoras, esto ya sucedía desde 1987.
"Los mercados se vienen abajo, y esta gente se pone en plan: 'No puede ser. Nosotros somos Dios. Emitimos moneda y recompramos nuestras propias acciones. El mundo se equivoca. El universo no lleva razón'. Y al precipicio que se van, todo por no ser capaces de afrontar la realidad", cuestionó el conductor del programa.
Contra los modelos matemáticos
En la segunda parte Max continuó la entrevista con el doctor en Economía, Michael Hudson quien fustigó los modelos neoliberales y a los economistas que los defienden. "La realidad es que no hay una sola economía privatizada que pueda competir con una economía mixta", sentenció. Y explicó que "el papel de esta última, que es como se enriqueció EE.UU., consiste en que el Estado apoye las infraestructuras y las necesidades básicas a un precio reducido para que el costo de producción se mantenga bajo".
Asimismo analizó que "si se elabora un modelo matemático que da por hecha una total ausencia de cambios, se pasa por alto el desarrollo de la economía y se saca todo de contexto". Por eso consideró que "lo que deberían fijarse los economistas es en cómo cambian la estructura política, la social y la legal".
Por último aseguró que, en tanto se mantenga este modelo, el mercado común europeo va sufrir "una caída a cámara lenta". "Hará que toda Europa acabe como Grecia, que es el modelo para el futuro europeo, y que también puede serlo para el estadounidense si seguimos el modelo de austeridad que impone el FMI y por el que se conceden los premios Nobel", concluyó.
La caída del índice Nikkei sobrevino horas después de que el Dow Jones se desplomara este lunes más de 650 puntos.
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Las cotizaciones de la bolsa de Tokio han caído un 5,1% este martes, prolongando su tendencia a la baja, tan solo unas horas después de que el Dow Jones se desplomara este lunes más de 650 puntos.
En las las últimas cinco sesiones el índice Nikkei, que engloba los 225 valores más líquidos de la bolsa de este país asiático, ha retrocedido 1.018,74 puntos, situándose en 19.147,45 puntos al cierre de la sesión matutina.
Los expertos creen que la precipitada caída registrada este lunes por el índice bursátil estadounidense —que significó el peor diciembre de Wall Street desde la Gran Depresión— fue causada por la creciente preocupación de los inversores sobre el reciente incremento de la tasa de referencia de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), la desaceleración de la economía global, junto con la guerra comercial entre Washington y Pekín.
A su vez, la dura condena expresada por el presidente Donald Trump hacia el banco central del país norteamericano en vísperas de Navidad añadió mayor nerviosismo al mercado de valores. "El único problema que tiene nuestra economía es la Reserva Federal", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
"Desde que Trump inició su proteccionismo comercial, lo relacionado a la guerra comercial, a los mercados no les gustó", declaró a RT Jeffrey Albert Tucker, editor ejecutivo de Laissez Faire Books. Y agregó que el inquilino de la Casa Blanca "debería percatarse, revertir estas locas tarifas y comenzar a hacer las paces con el mundo" si quiere que los mercados se recuperen.
"Lo peor está por venir"
El hundimiento de los mercados de valores en el territorio bajista podría empeorar en 2019. Así lo sostienen varios expertos consultados por CNBC, que apuntan como principales factores de riesgo la posibilidad de que la Reserva Federal aumente aún más las tasas de interés o la incertidumbre en torno a las futuras relaciones comerciales entre Washington y Pekín.
"Creo que lo peor está por venir el próximo año, todavía estamos en la primera mitad de un mercado bajista global de valores", vaticina Mark Jolley, estratega global de CCB International Securities, que confesa que le "encantaría ser más optimista", pero que no ve "demasiados aspectos positivos".
Por su parte, el jefe de economía y estrategia de Mizuho Bank, Vishnu Varathan, estima que los inversionistas tienen menos razones para ser optimistas ahora, ya que el ajuste de la política monetaria de la Fed significa que habrá menos dinero para las inversiones.
En medio del las noticias sobre el hundimiento de los mercados de valores, lo primero que recomiendan los expertos es mantener la calma y recordar que no es el momento de vender.