Yo, que siempre he sido
tan sobria, tan serena
tan pulcra, tan predecible,
hoy decidí ser otra,
y tiré por la borda
años de prejuicios y de normas.
Rompí todos mis códigos
y me aventuré en los misterios
de una vida distinta,
diría irrespetuosa.
Cambié las prioridades
por los entusiasmos.
La monotonía de los días
por las inseguridades de las noches.
Las obsesivas costumbres
por los impulsos de locura.
Saqué de mi interior
todo ese amor guardado,
con cierto olor a rancio, ya,
y lo entregué a manos llenas.
...Hoy me arriesgué a vivir.
Frida.