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AMNESIA la burbuja de ESKARLATA
 
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REDES: ¡ NO hay dios, TAN SÓLO incertidumbre !
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Réponse  Message 1 de 2 de ce thème 
De: ESKARLATA  (message original) Envoyé: 16/06/2009 14:33

El universo se basa en el azar. Detrás de todas las leyes de la física y los procesos químicos, se esconden infinidad de mecanismos dominados por el principio de indeterminación. Si no se puede predecir la velocidad ni la posición de una partícula, entonces ¿quién decide lo que sucede?

La vida es un estado de la materia en constante ebullición, determinado por la probabilidad. Los átomos, la radioactividad o la manera como los núcleos se combinan en el interior de las estrellas no pueden saberse con precisión.

El cerebro humano es lo más complejo del universo. Nos encontramos condicionados en gran parte por el código genético. ¿Eso quiere decir que nuestra conducta está programada? El entorno, las percepciones del mundo exterior también determinan a cada individuo ¿Qué pesa más en nuestra personalidad, los genes o el ambiente que nos rodea?

John Gribbin, Astrofísico y Escritor Científico, autor de libros como Star Dash o Companion to the Cosmos, charla con Eduard Punset sobre la incertidumbre del universo y si existe o no el libre albedrío.

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Eduard Punset:
Al principio de los tiempos hubo una fluctuación del vacío y de repente apareció el universo. Pero podía haber surgido igualmente un Rolls Royce…


John Gribbin:
Podría haber surgido cualquier cosa. No entendemos el vacío como la nada, sino como algo vivo, bullendo de energía y definido por las leyes de la indeterminación de la física cuántica, según las cuales puede aparecer algo de la nada y eso que aparece viene determinado por la probabilidad: podría ser un Rolls Royce, un universo o un plato de espaguetis, pero es más probable que sea un universo que un plato de espaguetis, por extraño que parezca.

Eduard Punset:
¿Puede esto a suceder otra vez?

John Gribbin:
Sí, es lo que los astrónomos llaman inflación eterna. La inflación es el proceso que hizo explotar una pequeñísima parte del vacío convirtiéndolo en el universo; y la idea es que esto sucede continuamente a lo largo del universo eterno, de este vacío eterno; en todas partes se producen fracturas, de manera que puede haber muchos universos, parecidos al nuestro o diferentes, que se van expandiendo en sus propias burbujas. Y me gusta hacer la comparación con una botella de agua con gas: al desenroscar el tapón de la botella, aparecen todas las burbujas, y así es como es el universo: está lleno de universos. El cosmos entero, el gran universo, está lleno de pequeños universos burbuja.

Eduard Punset:
Tú dices una cosa increíble: que no existe nada nuevo. Si ponemos nubes interestelares más radiación ultravioleta, aparece la vida.

John Gribbin:
Esta es la conclusión a la que hemos llegado. La gente pensaba que la vida era algo especial, insólito, diferente del resto del universo, pero lo que sabemos es que en esa pequeña burbuja que empezó a expandirse a partir de la fluctuación del vacío, lo primero que se creó fue el hidrógeno. Y dentro de las estrellas, el hidrógeno se convierte en otros productos químicos, como el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, de los que estamos hechos. Cuando las estrellas se mueren, cuando explotan, estos se liberan al universo y llenan nubes de gas y polvo estelar. Entonces esas nubes se colapsan a su vez y forman nuevas estrellas y planetas. De manera que estamos hechos de polvo de estrellas. Casi literalmente, todo está hecho de material que ha sido procesado en el interior de las estrellas.

Eduard Punset:
Pero supongo que se necesita algo más para obtener vida a partir de esos materiales. Y me imagino que es energía. Probablemente se necesita energía para obtener algo más complejo que esos cuatro materiales.

John Gribbin:
Sí, la vida es algo que se alimenta de la energía: esa es una buena definición de vida. Hay muchas definiciones de vida: la vida es algo que se copia a sí mismo, que se reproduce, que hace esto y aquello. La gente discute sobre cómo definir la vida. Pero mi definición preferida es que es algo que absorbe energía y la convierte en estructura, en orden, en organización. De manera que tenemos un proceso químico que se alimenta de la luz de las estrellas: de la radiación ultravioleta y de otros tipos de radiación. Y los elementos químicos simples se llenan de energía de la luz de las estrellas y construyen moléculas complejas, cosas como las proteínas, y los aminoácidos que forman el cuerpo humano y en último término el ADN. Y uno de los desarrollos recientes más apasionantes es el descubrimiento de que existen muchísimas moléculas complejas en el espacio. Podemos mirar a través de radiotelescopios y detectar la huella de cosas muy complejas en las nubes de gas y polvo estelar. De manera que la vida en la Tierra no surge con el agua y el dióxido de carbono, como se solía creer. Un planeta como la Tierra ya contiene en germen todo el material procedente del espacio: moléculas complejas, compuestos complejos de carbono como carbohidratos, incluso aminoácidos y cosas así, procedentes del espacio.

Eduard Punset:
Así que para ti, como astrofísico, no habría nada extraño en la posibilidad de que exista vida en cualquier lugar del universo.

John Gribbin:
No, creo que cualquier planeta que se forme en el universo tendrá el mismo tipo de materia prima que cae desde el espacio. Los aminoácidos, las proteínas se basan probablemente en una molécula muy parecida a la del ADN, aunque no sea exactamente nuestro ADN, de manera que la vida en el universo sería muy similar al nivel de las células y de la química básica de la vida, pero las diferencias aparentes pueden ser las mismas que hay entre una abeja y tú, o una ballena y yo. Pero aún serían vida: algo que toma energía del exterior y produce algún orden, produce otras formas de vida y se reproduce.

Eduard Punset:
Entonces si somos polvo de estrellas ¿no crees que esto deja muy poco espacio para lo que solemos llamar libertad de elección?

John Gribbin:
No creo que perdamos esa libertad de elección, porque eso es algo que tenemos -y ahora lo sabemos también gracias a la física cuántica-. La misma cosa que creó el universo es la que nos da libertad de elección. Si te remontas a la época de Newton, Descartes, Laplace, ellos decían que el universo era determinista: que había reglas, y que si pudiéramos imaginar un ordenador que conociera el punto exacto donde se encuentra cada cosa del universo, entonces podríamos recurrir a leyes como la de la gravedad de Newton o las leyes del movimiento para predecir el futuro. Eso significaría que no habría libre albedrío, que lo que estamos haciendo tenía que suceder según las leyes de la física. Pero en el siglo XX, surge la física cuántica que dice: “ahora hay límites a lo predecible”. Hay el famoso principio de incertidumbre, descubierto por Heissenberg, que establece que hay cosas que no pueden saberse con precisión. Por tanto, siempre hay incertidumbre. Así, a un nivel tiene que haber indeterminación, y eso quiere decir que tiene que haber elección. En el conjunto del universo hay incertidumbre acerca de lo que le va a suceder a una estrella, galaxia o átomo concreto, pero en términos de libre albedrío humano, sí que tenemos una elección que la física cuántica nos asigna. Nuestro cerebro no es completamente predecible, lo que les sucede a los pequeños electrones y a los átomos en nuestro cerebro, por cuestión de principios, no puede ser pronosticado…

Eduard Punset:
No sabemos cuál será, en un momento dado, la posición o la velocidad de esos átomos; la vida no es predecible. De acuerdo, ese es el principio de indeterminación que se ha colado subrepticiamente en nuestra vida diaria. Pero eso significa que el azar es real… y si no ¿quién más decide?

John Gribbin:
Creo que disponemos genuinamente de libre albedrío: quiero decir que podemos realmente tomar la decisión de sí vamos a desayunar té o café. Creo que esa es una auténtica decisión, no es azar en este sentido. Pero sí que es el azar el que decide lo que sucede en el mundo de lo muy pequeño: los átomos, cosas como la radioactividad y la manera en como los núcleos se combinan en el interior de las estrellas para producir energía, producir otros átomos, etc. Y esto es algo fundamental que, al mismo tiempo, ha preocupado a muchos grandes físicos y todavía preocupa a algunos. Si retrocedemos hasta Einstein, éste jugó un papel muy importante en el desarrollo de la teoría cuántica en la primera mitad del siglo XX, pero la odiaba, por eso pronunció la famosa frase “no puedo creer que dios juegue a los dados”. Era su forma de decir: creo que el universo es determinista, que está construido como una especie de mecanismo de relojería que hace que las cosas sucedan según reglas rígidas.

Eduard Punset:
Y hay ese otro científico, Bohr, que parece ser que lloró cuando oyó a Einstein decir “que dios no podía jugar a los dados”, porque él estaba convencido de que dios sí jugaba a los dados.


John Gribbin:
Sin duda. Y Bohr y Einstein entablaron un debate que se prolongó durante muchos años sobre esta cuestión. Filosóficamente fue muy importante y también históricamente, pero ahora sabemos con seguridad que, por así decir: dios juega a los dados. Einstein concibió experimentos muy serios e inteligentes; eran hipótesis de pensamiento, para imaginar qué sucedería si el universo se basaba en el azar y para demostrar que eso era absurdo. Posteriormente, en los años 1980 y 1990 se realizaron efectivamente esos experimentos, y se hicieron mediciones del comportamiento de la luz, de las partículas de luz llamadas fotones, y entonces se pudo plantear: Einstein decía que si el universo estaba gobernado por el azar pasaría esto, y si el universo estaba gobernado por el sentido común pasaría aquello, y se hicieron los experimentos y se vio que lo que sucede es lo primero: el universo está gobernado por el azar. De modo que si Einstein todavía viviera tendría que creerlo.

Eduard Punset:
Dices que este resultado incierto y probabilístico de las cosas a nivel subatómico está ahí y todo el mundo tiene que aceptarlo. Nosotros no lo entendemos realmente, nuestro cerebro no alcanza a verlo. Pero entonces dices que cuando nos movemos un poco más allá, hacía formas de vida corrientes, entonces hay cierta posibilidad de libre elección. ¿Quieres decir la posibilidad de dirigir nuestros propios actos? Y luego cuando nos movemos un poco más allá, hacía las estrellas de nuevo, no hay nada que hacer porque ahí son las leyes de la física las que gobiernan.

John Gribbin:
Sí, es una buena descripción. Es una cuestión de escalas. Hay un nivel en el que domina la indeterminación cuántica. Hay otro nivel de cosas más grandes, cosas como las pelotas de fútbol, las bolas de billar, los aviones, en el que la indeterminación técnicamente existe, pero es tan pequeña que no puedes llegar a medirla. Ahí, funcionan las leyes de Newton, y es un mundo predecible a la manera de las estrellas, las galaxias, etc. Y en algún punto entre uno y otro está la frontera entre el indeterminismo y el determinismo. Y ahí es donde vivimos. Nosotros somos probablemente las cosas más complejas que hay en el universo. Si pensamos en cosas como los átomos, en cierto sentido son muy sencillos, no son más que bolas rebotando unas con otras e interactuando entre sí, y las leyes de la física que describen a los átomos son muy sencillas, los físicos pueden entenderlas y hacer predicciones. Y cuando tenemos cosas grandes como las estrellas, el peso de la gravedad lo colapsa todo en pequeñas partículas como los protones y los neutrones que forman los átomos; por tanto son muy simples. El sol es una cosa muy simple, con una física muy sencilla. A medio camino entre los átomos y las estrellas hay espacio para cosas complejas, que tienen muchos átomos y moléculas unidas, haciendo cosas interesantes, pero no son tan grandes como para que su propio peso las conduzca de nuevo a la simplicidad. Nosotros nos encontramos exactamente en esa escala. Somos cosas muy complicadas, posiblemente el cerebro humano sea la cosa más complicada del universo.

Eduard Punset:
Este universo cuántico es realmente un universo nuevo que acabamos de descubrir. Por tanto, no debe ser tan difícil imaginar la existencia de otros tipos de universo en algún otro lugar, ¿no?

John Gribbin:
Sí. Pero en el mundo cuántico, o más allá del mundo cuántico, en lo todavía más pequeño, llega un punto en que ni siquiera somos capaces de hacer experimentos, y hay que confiar en las matemáticas. Y esta es una situación muy similar a la de hablar de otros universos, en la que hay que confiar en lo que nos digan las matemáticas. Ahora se habla de estratos que están mucho más allá de los átomos, los núcleos y los protones. Se habla de pequeñas cuerdas que son entidades inimaginablemente pequeñas, que se supone vibran de una determinada manera y constituyen las partículas que podemos ver o detectar, en forma de átomos, etc. Es una situación muy similar a la de intentar entender cómo es la vida más allá de nuestro universo. Todo esto nos lleva de nuevo a otra cosa que dijo Einstein: que lo más incomprensible del universo es que es comprensible. Esto es muy extraño en dos sentidos. Si retrocedemos hasta Newton, hace tres o cuatrocientos años, vemos que desde ese pequeño período de tiempo hemos alcanzado un alto nivel de comprensión: de cómo se originó el universo, y también, en buena medida, de cómo surgió la vida, y de cómo funcionan las cosas. Y a otro nivel, un solo ser humano puede aprender todo esto: vamos a la escuela, y luego a la universidad, y a los veinticinco años ya podemos entender –si tenemos aptitudes para las matemáticas- todas estas cosas de las que hemos estado hablando ¿No es increíble que todas estas cosas nos resulten inteligibles? Es algo muy extraño, pero indica la capacidad de las matemáticas. Y esta es la razón por la que muchos creen que si esas matemáticas nos permiten describir el universo y también nos dicen que debería haber otros universos, entonces tenemos que creerlo.

Eduard Punset:
El problema es que ahora también decís que en las matemáticas hay algunos campos que no serán nunca conocidos. De manera que parece que no podamos confiar en las matemáticas tampoco…

John Gribbin:
Es demasiado grande en un sentido. Cuando hablamos de las partículas y del modo que interactúan las cosas, y descubrimos que hay reglas matemáticas que pueden describirlas, si descubrimos una nueva manera de interactuar de las partículas, podemos mirar en las matemáticas y descubrir que hay una parte de la teoría de conjuntos que explica precisamente eso. Y entonces uno piensa: si hubiera pensado antes en esto, podría haber predicho el comportamiento de las partículas. Pero, en cierta forma, no es posible pensar en ello antes, porque existe un número casi infinito de posibilidades dentro de las matemáticas. Por tanto, pueden explicarlo todo o pueden no explicar nada, porque explican demasiado.

Eduard Punset:
Una última pregunta: ¿nos movemos realmente hacia algo más grande, algo más complejo, más bello? ¿Hay alguna intención en la evolución?

John Gribbin:
No hay intención, pero creo que sí hay una progresión natural hacia la complejidad. Y esto es parte del mismo proceso del que antes hablábamos, de la vida alimentándose de energía. Mientras exista energía disponible, la vida la absorberá y la utilizará para hacer estructuras complejas; y dichas estructuras pueden continuar haciéndose más complejas. Quizás no para siempre, pero no creo que nosotros seamos la última palabra. A la vida todavía le quedan nuevos estadios por recorrer.

¡¡¡ A MI LA GUARDIA !!!



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Réponse  Message 2 de 2 de ce thème 
De: ESKARLATA Envoyé: 16/06/2009 14:33
De: Alias de MSN·ndie· Enviado: 03/06/2006 19:06
De: Alias de MSNESKARLATA1 Enviado: 21/08/2006 10:45
La pescadilla que se muerde la cola, el huevo o la gallina...
 
Lo mejor de todo para mi, como tu has dicho "nadie" la pluralidad de pensamientos.
 
Y también comparto que nosotros, en nuestra pequeñez, somos capaces de manipularlo.
 
LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS.
 
Y NO OLVIDEMOS QUE PENSAR... ES GRATIS!!!
 
 
 
 
Intención... hum... complejo concepto.
En este diálogo, Punset me recuerda a mi padre. Tan ávido de saber cosas, pero que le falta un "puntito" de base para entenderlas todas. Dicho con todos mis respetos a Punset y a mi padre, por supuesto. Para mí no hay nada más admirable ver como mi padre, a su edad y con la poca falta que le hace, se interese por la física ahora.
Ojo, que yo no soy una experta, pero sí es cierto que tuve mejores oportunidades que él y, al menos, la base la conozco un poco. Y lo que es peor, la entiendo.
Quiero decir que el enunciado del Heissemberg (voy a mirar, nunca lo escribí bien) lo conozco como "no se pueden conocer dos variables a la vez", excepto en el terreno de las matemáticas, como dicen ahí. Y lo que aporta las matemáticas son "probabilidades de ser" a esas dos variables. En el caso del electrón (que no del átomo) se trata de la velocidad y la posición. Pero no a nivel matemático, si no a nivel experimental. Si pretendes observar un electrón, lo tienes que bombardear con un fotón, eso le llevaría a la excitación y cambiaría o bien de rumbo o bien de posición, porque el fotón y el electrón son partículas muy similares con carga energética que se sumarían. De ahí la incertidumbre (incluso a nivel subatómico) y de ahí el que tengamos que confiar en las matemáticas.
Por otra parte, el título del artículo me parece muy acertado. Conocer todas estas cosas te hace pensar que no hay un dios, que sobra. No sólo despeja posibilidades de su existencia, si no que añade eso, que no se necesita ninguno.
 
Yo no afirmaría que la estructura más compleja del universo sea nuestro cerebro. Si ahí mismo dicen que la posibilidad de vida en cualquier rincón del universo es tan alta como la que tuvimos nosotros, está claro que existirán otras estructuras complejas como nuestro cerebro, e incluso puede que más. Para mí esto no deja lugar a dudas. (Cosa bien distinta es que yo me crea que los presuntos avistamientos de OVNIS sean verídicos.)
Por otra parte, no conocía yo las distintas posturas de Borh y Einstein (véis como no tengo nada de experta).
Una vez más, me ha encantado leer todo esto.
Me reservo lo de las intenciones. Yo sí tengo mi propia teoría, pero la baso en los principios de la termodinámica, y lo mismo meto la pata (ya he recibido muchas críticas al respecto... claro que, no han conseguido convencerme de otras)
 
De: Alias de MSNESKARLATA1 Enviado: 05/06/2006 9:59
De: Alias de MSNGartar1 Enviado: 05/06/2006 20:52
Bueno pues yo aun tengo menos conocimientos de fisica que el padre de nadie pero voy a opniar un poco.....por que la ignorancia es muy atrevida....y aqui no me conoce nadie  jejejeej.Pero yo pienso como los antiguos y como la gente que en el principio de los tiempos se hacia preguntas, y como no obtenia respuestas llego a la conclusion de que habia alguna mano externa que habia creado todo esto.Y lo llamaron dios.Es una conclusion sencilla.Todas las cosas tienen un principio y un...fabricante o hacedor,y a ese fabricante o hacedor magico que no nos explicamos de donde viene lo llamamos dios.Para mi me parece una conclusion mas sencilla que la de creerse que al principio fue un puntito que estallo y se produjo el big-bang.Eso tambien es dificil de creer,por que volvemos a la misma pregunta ¿quien hizo ese puntito?
La verdad,como no sabemos tanto como nos parece sobre estas cosas(bueno si, cada dia hay mas explicaciones que pueden ser admitidas a la vez que la existencia de un dios)prefiero quedarme con la explicacion sencilla sobre la existencia de un dios.
Saludos.
De: Alias de MSN·ndie· Enviado: 20/08/2006 13:32
Eso que comentas es lo que se ha hecho toda la vida, desde los dioses solares hasta la actualidad. Pero algunos somos conscientes de esa ignorancia nuestra y no por ser ignorancia la ponemos en un altar y la adoramos.
Cuando yo era niña mi madre se comportaba así con mis preguntas, a las que ella no sabía responder me decía "no sé, hija, eso es cosa de dios". Con el tiempo aprendí que no es bueno parapetarse en respuestas así.
Exista o no un dios hacedor, las respuestas van teniendo solución dentro de lo físico y dentro del orden universal. Confío en que esto continúe así largo tiempo.
Ya ves que mis preferencias van por otro lado. Y sin embargo también me considero sencilla. Lo mejor de todo es que existe la posibilidad de esta pluralidad de pensamientos, ¿no crees?
 
En cuanto a lo que dices del "puntito que explotó en el bigbang" yo diría que está o estuvo ahí por algo, no por alguien. Es decir, elimino toda "personificación deísta" de las causas. Parece ser que la causa de todo este devenir fluctuante del universo es la energía en sí. Sea como sea, no me parece que se trate de un ente consciente lo que mueve todo. Tanto es así que incluso nosotros, en nuestra pequeñez, somos capaces de manipularlo.
De: Alias de MSNESKARLATA1 Enviado: 21/08/2006 10:45
La pescadilla que se muerde la cola, el huevo o la gallina...
 
Lo mejor de todo para mi, como tu has dicho "nadie" la pluralidad de pensamientos.
 
Y también comparto que nosotros, en nuestra pequeñez, somos capaces de manipularlo.
 
LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS.
 
Y NO OLVIDEMOS QUE PENSAR... ES GRATIS!!!
 
 
 
 
De: Alias de MSN·ndie· Enviado: 12/09/2006 19:14
Pero ya se dice que con toda probabilidad, fue primero el huevo, eh...
Al menos para mí es la teoría más fiable.
Besos, Eskar... and famili
 
(Que te iba yo a preguntar si tienes una sección pa pegar publicidad de grupos... Pa poner algo del sanatorio y eso... si no te parece mal)
 
De: Alias de MSNESKARLATA1 Enviado: 12/09/2006 22:28
En el apartado de WEBS AMIGAS puedes poner LO QUE GUSTES.
 
SALUDOS.


 
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