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De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 16/06/2009 09:51

El cerebro humano es fácilmente influenciable. A lo largo de la historia se han descubierto diferentes formas de manipularlo que el hombre ha utilizado para fines muy diversos. Quizás una de las más conocidas sea la hipnosis: con ella se entra en un estado de “disociación de la conciencia” que permite manejar la voluntad de la persona con palabras. Pero las palabras por sí solas también pueden ser un arma muy eficaz de manipulación, y así lo entendieron algunos grandes dictadores, como Adolf Hitler.

En los últimos años se ha insistido en los beneficios terapéuticos de la hipnosis; se ha dicho incluso que es útil como anestesia para pequeñas operaciones, porqué en un estado hipnótico puede anularse el dolor. Aunque los especialistas no se ponen de acuerdo sobre si la hipnosis es tan sólo un complemento a otra terapia que es la dominante o si es algo más, lo cierto es que cada vez son más los que se aprovechan de sus beneficios.

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Eduard Punset entrevistará a Alberto Cobian, catedrático de Psicología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Cuba, junto al que intentará profundizar un poco más sobre las diferentes formas de manipular el cerebro y, en especial, sobre la hipnosis.

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EDUARD PUNSET
La hipnosis es un tema muy controvertido, antes de nada me gustaría ver algunas cosas que no son la hipnosis y que mucha gente las confunde. Por ejemplo, y digámoslo enseguida: lavado de cerebro: ¿Qué es el lavado de cerebro en relación con la hipnosis?

ALBERTO COBIAN
El lavado de cerebro puede ser muchas cosas, usted puede lavar cerebros a través de programas perfectamente definidos, estructurados con una intención dada y que están implicando una acción determinada para borrar condiciones, para crear sentimientos específicos y modificar las actitudes hacia una determinada situación de la vida. Ahora bien, puede hacerse también bajo estado hipnótico, lo que no significa que exactamente sea lo mismo. Una cosa es emplear el método hipnótico con esa funcionalidad o con esa intención y otra cosa es la intención misma de lavado de cerebro.

EDUARD PUNSET
Yo viví tres años en Haití y me quedé sin saber de verdad si los zombis existían o no existían. Antes de entrar en la hipnosis, ¿me dices tu parecer sobre este tema?

ALBERTO COBIAN
Es muy interesante porque yo también estuve en Haití y he visto muchos materiales sobre estudios de las conductas que se producen en estos sujetos que bajo trance budú, trances espirituales, tienen toda una serie de transformaciones de su conducta y que, evidentemente, están implicando también toda una serie de alteraciones en el orden neurofisiológico. Evidentemente, ellos están actuando con su gestión sobre la base de una convicción, sobre la base de un símbolo al que están acostumbrados. Un símbolo que se conoce exactamente como “signo-señal” y esta situación produce transformaciones muy parecidas a las que usted puede lograr bajo trance hipnótico. Lo único es que, precisamente, son formas arcaicas de lograr estos estados hipnóticos o de trance que se producen a través de toque de tambor, que se producen a través de la presencia de otro sujeto que está señalizando exactamente lo que significa el proceso y por eso se están logrando situaciones como la que se puede ver. Aquí en Cuba, donde también hay tradiciones en el orden de la espiritualidad y de las influencias africanas, hemos hecho estudios para medir exactamente como están las zonas cerebrales bajo trance espiritual o trance de crisis-posesión y en trance hipnótico y no se diferencian mucho estas características de las zonas cerebrales. Por eso es que digo que un poco se parecen, más que decir que son zombis, yo podría decir que son estados de disociación de la conciencia y estados neurofisiológicos importantes y especiales.

EDUARD PUNSET
La diferencia probablemente seria que el zombi lo era, o parecía que lo era para toda su vida, ¿o sólo se es zombi durante un rato?

ALBERTO COBIAN
Pienso que eso sólo es temporal. Temporal porque las manifestaciones son temporales. Lo que a usted le queda es como una especie de señalización y cada vez que se produce un proceso de este tipo usted emite una respuesta. En psicología y en neurofisiología estamos empleando un término muy nuevo que se llama “memoria dependiente del estado” y esta “memoria dependiente del estado” es un proceso que evoca determinadas situaciones y que, al ser evocadas, se produce precisamente una respuesta un tanto condicionada. Cada vez que la situación se da como señalización hay una conducta refleja y por eso se manifiesta el proceso.

EDUARD PUNSET
Dame un ejemplo de este reflejo condicionado cuando se produce una señalización. Un ejemplo cotidiano...

ALBERTO COBIAN
A usted le han enseñado en la vida, bajo esos trances de posesión que ante la presencia, digamos, de un ser humano que tiene poderes especiales y que una vez influyó sobre usted, con esos poderes de posesión usted entra en una especie de trance, es poseído por determinados espíritus del bien, es poseído por determinadas deidades y entonces sólo basta que esa persona aparezca en una situación con condiciones semejantes para que usted responda ante su simple presencia o ante la acción de esa persona. Esto es un proceso de condicionamiento, hay una conducta refleja y, evidentemente, hay un aprendizaje que se da de manera consciente o inconsciente y lo más importante es la respuesta que dé este sujeto ante esta problemática.

EDUARD PUNSET
Te voy a contar lo que hace un neurólogo en Harward, que se llama Álvaro Pascual León. Álvaro tiene una máquina que emite impulsos magnéticos directamente al cerebro, para influenciar el cerebro (estamos hablando de diferentes maneras de influenciar el cerebro) y él lo llama Transcraneal Magnetic Stimulation (Estimulación Magnética Transcraneal). La idea parte del supuesto de que en algunas patologías, como la depresión, por ejemplo, se produce un nivel de actividad neuronal demasiado bajo y con esta máquina de estímulos de campos magnéticos consigue acelerar esta actividad. En otras ocasiones hay una hiperactividad, por ejemplo, en casos de comportamiento compulsivo o de rigidez muscular y estos campos magnéticos intentan reducir esta actividad. ¿Has oído hablar en Cuba de esta otra manera de influir sobre el comportamiento?

ALBERTO COBIAN
Sí, he oído hablar en Cuba aunque no hemos tenido experiencias vividas de ello desde el punto de vista de esa tecnología. Pero sí se hace desde el punto de vista del manejo energético de un paciente. Evidentemente, desde la filosofía china, hablando en términos de medicina tradicional, de medicina oriental, los problemas de salud se dan a través de manifestaciones de exceso o de déficit de energía y en función de esto usted también puede regular con sus propias manos (por eso hay, haciendo un paréntesis, algunas técnicas que se llaman terapia de choque donde usted, a través de sus propias manos cargadas, todos tenemos chacras, podemos cargar los chacras y, una vez cargados, podemos modular las energías de todo el cuerpo) partiendo de que todos somos bioenergía, partiendo de que todos somos biocampos, un biocampo equilibrado puede regular, puede arreglar a un biocampo desajustado. Efectivamente si se logra con las manos puede lograrse perfectamente con un equipo que tenga esa misma finalidad. Lo que pasa es que estaría en función de los cuantos de energía que se están emitiendo, la direccionalidad de esa energía y exactamente el tipo de patología que se tuviera en este caso.

EDUARD PUNSET
Vamos a intentar entrar de lleno en el tema de la hipnosis. Yo veo que hay como dos posturas fácilmente identificables. Unos dicen que la hipnosis existe pero no es una terapia propiamente dicha sino un complemento a otra terapia, que es la dominante, y que con la hipnosis nunca se ha pretendido que se entre en un estado distinto o alterado de conciencia. Y otros que dicen que es mucho más que eso, aunque sólo fuera por el hecho sencillo de que probablemente empiezan a fluir determinadas hormonas con endorfinas, por ejemplo, con un efecto parecido a la morfina, y es evidente que en un estado hipnótico esta persona siente menos dolor del que sentiría. ¿Dónde te sitúas tú, Alberto? ¿Es una terapia sencilla o es algo que está realmente entrando en la fisiología del humano?

ALBERTO COBIAN
Creo que es una pregunta muy interesante que requiere también una respuesta lo más preparada posible. Pienso, en primer lugar, que desde que la hipnosis se conoce (hace más de 4.000 años que se usaba en los templos sagrados egipcios para curar y eliminarlos dolores del alma, del cuerpo) ha tenido una función terapéutica. Desgraciadamente, tuvo una función de show, de espectáculo, y esto le restó mucho porque la gente tuvo mucho miedo en el sentido de la manipulación que ejercía de la voluntad de los seres humanos. Evidentemente también, gracias a Dios, ha ganado mucho en el sentido de crecer como método terapéutico, como sistema terapéutico y sí la podemos ubicar como una terapia, como un método terapéutico que puede trabajar sola o asociada a otras terapias.

Yo defino la hipnosis, muy particularmente, a través de los estudios que he realizado y he fijado, por supuesto, mi posición, como un estado especial de la mente humana que permite un aumento de la actividad cortical, neuronal, psicológica del cerebro y que permite también aumentar o disminuir los niveles de voluntad en función de lo que se planteen, por el terapeuta y por la actitud también que asuma el paciente que es tratado con esta terapia y, por supuesto, tiene efectos no solamente en el orden psicológico sino que tiene efectos en el orden físico, en el orden somático. Usted me habla, por ejemplo, de que había endorfinas y, evidentemente, a través de los procesos hipnóticos que permiten la visualización creativa usted puede trabajar sobre la base de la liberación de toda una serie de sustancias.

EDUARD PUNSET
En realidad habéis hecho tantas cosas en el tema de paliar el dolor que hoy se utiliza en algunas partes del mundo la hipnosis como una anestesia. ¿Es cierto esto?

ALBERTO COBIAN
Sí, eso es cierto y eso no es nuevo. Desde hace mucho tiempo se viene empleando, incluso los soviéticos la emplearon en la Segunda Guerra Mundial ante situaciones de cirugía de guerra, hipnotizaban, porque hubo una escuela rusa, la escuela pavloviana, que se desarrolló mucho en la antigua Unión Soviética y ellos llegaron a emplear la hipnosis como anestesia ante situaciones de cirugía de guerra y en diversas partes del mundo, en Estados Unidos, en Inglaterra, Cuba, Panamá... hemos empleado la hipnosis como método amnésico, pero también como método para disminuir los componentes amnésicos, tanto en cirugía mayor como en cirugía menor, en cirugía odontológica como en cirugía médica.

EDUARD PUNSET
¿Cómo es posible que se pueda anestesiar a alguien sólo con la mente, con un esfuerzo de concentración, de intento de conectar con el pensamiento de otro? En la historia de la evolución, el primero que lo consiguió debió tener una ventaja comparativa increíble sobre los demás, ¿no?

ALBERTO COBIAN
Yo pienso que tiene una respuesta y, precisamente la respuesta está en esta posibilidad comunicativa que estamos teniendo usted y yo: la palabra, el segundo sistema de señales. No hay estímulo más poderoso para el hombre que la palabra, incluso pensando uno puede ponerse totalmente agresivo, solamente de pensar usted siente que hay una situación emocional, puede erizarse, puede aumentar la frecuencia cardiaca, puede aumentar las frecuencias respiratorias. Ese efecto que tiene la palabra como efecto modulador lo tiene para la hipnosis. La hipnosis, en sus albores, fue lograda a través de la palabra, se trata de un estímulo muy poderoso que es capaz de bloquear hasta el dolor más profundo, es capaz de modular todo nuestro sistema. Cualquier palabra, cualquier acción, cualquier verbo, cualquier tipo de pensamiento puede provocar liberación de neurotransmisores, puede provocar determinadas situaciones en la conducta humana y es capaz de activar o disminuir hasta los sistemas inmunológicos que nos definen. Entonces, cuando usted llega al nivel de hipnosis profundo, usted llega a los niveles catalépticos, a los niveles sonambúlicos, donde puede regular la voluntad del sujeto. Evidentemente requiere también de una actitud favorable hacia el hecho por parte del paciente o por parte del sujeto que va a ser tratado. Esta conducta operante, favorecedora, hace que los procesos comunicativos fluyan ampliamente y que el efecto sea mucho mayor, más efectivo.

EDUARD PUNSET
Porque en la literatura vuestra venís a sugerir que casi un 50% de las personas rechazan, no son fáciles de hipnotizar, lo cual es una tasa bastante elevada. Pero, mientras te oía hablar, pensaba que realmente muchos partidos políticos y muchas corrientes de pensamiento han insistido mucho en el poder conformador y manipulador de las grandes multinacionales, de los grandes poderes económicos...y cuando te oía hablar pensaba que el primer manipulador, el único gran manipulador es el que manipula con el lenguaje la mente de los demás y, probablemente, esta sigue siendo la única gran arma de conformación para lo bueno y para lo malo. ¿Estás de acuerdo?

ALBERTO COBIAN
No totalmente porque el ser humano también tiene una conciencia de lo bueno y de lo malo y puede tener una conciencia crítica. En lo que sí estoy de acuerdo con usted es en que bajo circunstancias que son favorables, el efecto de la palabra ante las grandes multitudes es el que la gente desea. Y eso lo lograba Hitler. Hitler se dirigía a las grandes masas alemanas y las ponía de su lado, prácticamente las hipnotizaba, era una hipnosis sin hipnosis porque había un efecto de la palabra importante sobre bases emotivas, sobre bases específicas de cultura y que me parece que es un ejemplo concreto de esta situación.



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