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MEDITATION: NO PIERDAS LA LOCURA!
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 22/06/2009 16:47
No pierdas la locura!

Una vez más, la sabiduría y la poesía Jalil Gibrán,
  autor de El profeta, nos sorprenden con El loco, una obra
  que a través de cuentos cortos, expresa metafóricamente la
  indomable libertad del alma humana, de cada sujeto.
 
  En esta obra, Gibrán enfatiza que la libertad es influenciada
  por las emociones y la mente en general, más que por cualquier
  otra circunstancia externa.
 
  Deja en claro también que los paradigmas de pensamiento
  mantenidos con ortodoxia, sobretodo al evitar el cambio
  a toda costa, son profundamente nocivos para el
  desenvolvimiento de la creatividad y la inspiración,
  elementos que se contraponen al tedio y a la rutina.
 
  Por otro lado también menciona el peligro de la
  dependencia en las ilusiones y expectativas. Cuando
  éstas adquieren tanta fuerza tienen la capacidad de
  esclavizar a su creador, sumiéndolo así en un círculo
  vicioso cuyo centro muy probablemente es la miseria.

  Por medio de variados cuentos, Gibrán profundiza en
  las diferentes formas de pensamiento y en sus consecuencias.

  Precisamente, Los siete yo, es un perfecto ejemplo de este
  tipo de profundización. En este cuento, Gibrán expone siete
  distintos tipos del sí mismo interior:

  "Los siete yo

  En la hora más tranquila de la noche, cuando estaba ya medio
  dormido, mis siete YO se sentaron en círculo a conversar en
  voz baja.

  PRIMER YO: Así es este loco, he vivido todos estos años
  sin tener otra cosa más que hacer que renovar su dolor durante
  el día y recrear su tristeza por la noche. No puedo soportar
  más tiempo el destino que me ha correspondido y me rebelaré.
 
  SEGUNDO YO: Tú suerte es mejor que la mía, hermano,
  porque a mí se me asignó el YO alegre de este loco. Yo río
  su risa y canto sus horas felices, y con pies tres veces alados
  danzo sus más luminosos pensamientos. Soy yo quien
  debe rebelarse contra una existencia tan fatigosa.
 
  TERCER YO: ¿Y qué debería decir yo, entonces, el
  YO amoroso, encargado de la antorcha ardiente de
  pasiones salvajes y fantásticos deseos? Soy yo, el
  YO enfermo de amor, quien se debe rebelar contra este loco.
 
  CUARTO YO: Entre todos vosotros, yo soy el más desdichado,
  porque nada me fue dado sino el abominable odio y el
  destructivo rencor. Soy yo, el Yo tempestuoso, el único
  nacido entre las negras cavernas del infierno quien debería
  protestar por tener que seguir al servicio de un loco.

  QUINTO YO: No. Soy yo, el YO pensante, el YO
  imaginativo, el YO hambriento y sediento, el único condenado
  a vagar sin descanso en busca de cosas desconocidas y
  todavía no creadas. Soy yo y no vosotros el que debe
  rebelarse.

  SEXTO YO: ¿Y yo? Soy el YO  trabajador, el insignificante
  obrero que con sus manos pacientes y sus ojos anhelantes
  transforma los días en imágenes y da a los elementos
  amorfos formas nuevas y eternas. Soy yo, el YO solitario,
  quien debe rebelarse contra este inquieto loco.
 
  SÉPTIMO YO: Qué extraño es que todos queráis rebelaros
  contra este hombre por tener cada uno de vosotros un destino
  determinado que cumplir. ¡Ah, ojalá fuera yo como uno de
  vosotros y tuviera también un YO con un determinado
  destino! Pero no tengo ninguno, soy el YO sin ocupación,
  el que se sienta en silencio, vacío de tiempo y espacio,
  mientras que vosotros estáis ocupados recreando la vida.
  Pensad pues detenidamente, ¿sois vosotros o yo, compañeros,
  quien debe rebelarse?
 
  Cuando el séptimo YO hubo hablado, los otros seis lo miraron
  apenados, pero no dijeron nada. Y cuando la noche se hizo más
  profunda, uno tras otro se fueron a dormir,
  arropados en una nueva
  y satisfecha sumisión.

  Pero el séptimo YO permaneció despierto, mirando la nada
  que está detrás de todas las cosas".

  Hno., el espíritu de tu vida apenas puede ser intuido
  por las palabras. Deja que El loco te ayude a descubrir
  más puertas y a abrir otras ventanas, no para que salgas
  o para que veas, sino sólo para que sepas que la mayor
  locura es la posibilidad que tienes en cada instante de
  recrear tu propio hogar.


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