Cuando vives en ese hogar tranquilo, sin escasez,
trabajas a la par con tu pareja, aportando en la misma
cantidad que él, tu mundo gira en torno a tus hijos y tu esposo,
llegas cada día a casa con la ilusión de preparar esos alimentos,
de compartir tus horas libres con ellos, los amas de tal manera
que sientes que tu felicidad está completa.
Pero un día, él decide marcharse al extranjero diciéndote
que lo hace pensando en darles una vida mejor, un buen
futuro para esos hijos que van creciendo.
Con su marcha se van generando más gastos a la llegada
de la universidad, no alcanzas a comprender el porqué
de esa repentina decisión y sin darte cuenta llega el momento del adiós.
Se va de tu lado iniciando una vida solitaria en la que
solamente esperas sus llamadas telefónicas, los sábados
para verse a través del computador, es verdad, te va
enviando esos dólares que según él son producto del arduo
trabajo que lleva en ese país. Sufres mucho por tanto amor
que sientes, le extrañas en tus noches solitarias y vacías.
Al paso de los meses te enteras cual fue el verdadero
motivo de su partida, sabes con certeza que llevaba
una doble vida sin tú saberlo, dejando embarazada a una
chica que apenas contaba con 16 años de edad. Esta chica
un tanto alocada y con dos abortos encima a pesar de su
corta edad y quien supo atraparlo y llevar esa vida
con él a pesar de saberle casado.
Él, quizás asustado, se marcha dejando a su familia y a
ese entorno lleno de amor que creías tener con él, tu mundo
se derrumba y te das cuenta que viviste una mentira con él.
Es verdad, sentías que te amaba, pero no lo suficiente como
para no serte infiel, con el paso del tiempo él busca otra familia
en el país donde trabaja y se olvida de ti, dejándote a
la deriva, con los hijos, con el hogar y con la carga que significa
el sacar adelante a tus hijos sola.
A través de los años en los que trabajas fuerte, sola,
sin un amor en tu vida que te haga sonreír y darte
fuerzas para continuar adelante, pero con el profundo
amor de tus hijos, llega el momento en que no puedes
más, llegan a ti las depresiones ante las carencias,
no te dan las horas del día para trabajar y ganar un poco
más de dinero para solventar los múltiples gastos en tu hogar.
Esta es la historia de una mujer, Inés, ella vive sola
con su hijo, trabaja duramente para darle lo más que
pueda en la vida, lo principal sus estudios, gastos fuertes
que trata de solventar trabajando en todo lo que pueda,
aceptando los trabajos que le dejan, no le importa si para
ello deberá estar sentada horas escribiendo o en la cocina
preparando alimentos en mucha cantidad para vender,
su hijo de la misma manera trabaja en sus horas libres en
lo que puede, pero unidos siempre en amor y confianza.
Ella un día conoce a alguien de quien se enamora trayendo
con ello la ilusión de tener un aliciente que le ayude a continuar,
se siente de nuevo con fuerzas, se siente bonita, consentida
y sobre todo le hace recordar lo mujer que es y que de la
misma manera puede despertar amor en alguien más.
Desgraciadamente él es mucho más joven que ella y
no puede ser ese amor, pero lo aceptan así ambos viéndose
a escondidas de su hijo y de la gente, para no ser criticados,
un amor hermoso que le hace sonreír cada mañana
e iniciar el día con nuevos bríos.
Pero nada puede ser oculto ante todos, sobre todo
con las personas cercanas a ella y empiezan a sospechar
de ese amor, su hijo, cambia su actitud hacia ella y
aquélla cercanía ya no lo es tanto, aquéllos momentos
de conversación se desvanecen, se da cuenta que todo
es por esa relación que lleva y es cuando después de una
leve discusión y enojo con su hijo se va a la cama y empieza
a buscar una solución que le haga sentir bien.
Entonces decide terminar la relación, toma el teléfono
y le habla diciéndole que es imposible seguir viéndose,
él no sabe que decir, solamente calla, ella llorando le dice
que es mejor así y que todo lo hace por su hijo,
por no tener problemas con él…
Así de la noche a la mañana esa ilusión tan grande
que tenía en la vida se termina, él la sigue buscando
pero ella para no tener problemas con su hijo no quiere
volver con él a pesar de amarle tanto…
Yo pienso al respecto si ella, a pesar de entregarse a su
familia, de cuidar cada detalle de su hogar, de trabajar
arduamente para sacar adelante a su hijo ¿no merece tener un amor?
¿No merece tener una ilusión? No importa si no tiene futuro,
si solamente es el motivo que le ayuda a dormir en las noches
y recordar los momentos que pasa con él, a pesar de ser
ocultos esos momentos vividos y en todo caso,
¿no está siendo un poco egoísta su hijo al no permitirle
tener ese amor que le hace sonreír cada día?
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