Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se
estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el bicho le picó.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que
cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro
de nuevo intentó sacarlo y otra vez el bicho le volvió a picar.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
- Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada
vez que usted intenta sacarlo del agua lo picará?
- La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a
cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro
sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace
daño; sólo toma precauciones.
Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.
Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya.
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