El 23 de agosto pasado se celebró el Día internacional
del recuerdo de la trata negra y de su abolición.
La fecha recuerda al año 1791 en el que se sublevaron
los esclavos en Haití y Republica Dominicana.
Fue un proceso impulsado por los ingleses,
británicos, franceses y norteamericanos que
elaboraron un conjunto de argumentos esencialmente morales,
religiosos, a veces económicos, y medidas
de acción contra la trata negrera y la esclavitud.
Pero fue en la colonia francesa de Santo Domingo
donde comenzó y luego se fue extendiendo por
varios países que pudieron promulgar decretos
de abolición: Gran Bretaña, 1833 instauró el Abolición
Bill; Francia, 1848; Estados Unidos, 1865, cuando Abraham
Lincoln, (elegido nuevo presidente en 1860) abolió
la esclavitud, una vez acabada la Guerra Civil,
que afectaba entonces a unos cuatro millones de personas.
Para preservar la memoria de todas aquellas personas
que fueron víctimas de la esclavitud y la trata negrera,
el Director General de la Unesco, Koichiro Matsuura
con el que intenta estudiar los hechos históricos ocurridos
y recordar la historia.
También, él es el responsable de haber establecido el
día 23 de agosto de cada año
como el Día internacional del recuerdo de la trata negra
y de su abolición, a través de su Resolución 29/C40.
Lo que se intenta mediante la celebración es reconstituir
una verdad histórica, impulsar la solidaridad internacional,
la promoción de la tolerancia y de los derechos humanos.
A los actos son convocados los Estados Miembros.
También, asisten los jóvenes, los educadores, los artistas,
los intelectuales, entre otros. Y se realizan conmemoraciones
alrededor del mundo. Es importante destacar que durante
todos estos años se han ido creando normas internacionales
de lucha contra la esclavitud.